Los agricultores franceses bloquearán la exportación de fresas españolas

Los agricultores franceses integrados en la llamada Coordinadora Rural han iniciado una campaña contra las importaciones de fresas españolas con el fin de proteger la venta de su producción en su mercado interior. Los productores galos han advertido a los exportadores españoles sobre los riesgos de destrucción que corren los envíos a. su paso por el país vecino a la vez que reclaman a los comerciantes franceses su apoyo no comprando productos de importación.Durante las últimas jornadas, piquetes de agricultores franceses han detenido numerosos camiones españoles sin encontrar fresa en su interior.

Responsables de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) y organizaciones agrarias como la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores han denunciado como inadmisible que "en un Mercado único se puedan mantener este tipo de amenazas y chantajes".

Los sindicatos españoles han advertido sobre la posibilidad de llevar a cabo acciones violentas en la frontera contra la importación de productos franceses como manzanas, leche o verduras si se destruye el cargamento de algún envío español de fresa. Además, las organizaciones españolas han presentado una nota de protesta ante el Ministerio de Agricultura.

La Coordinadora Rural es una nueva organización agraria francesa de corte radical que nació y se potenció frente al sindicato mayoritario FNSA a

aíz de la última reforma de la Política Agrícola Común y fue la sigla responsable de las grandes movilizaciones en el país vecino.

Desde el pasado primero de enero, con el adelantamiento del final del periodo transitorio para la integración de la agricultura española en la Comunidad Europea, se eliminaron la mayor parte de las limitaciones en frontera y, entre otros puntos, desaparecieron los precios de oferta para el conjunto de las frutas y hortalizas. Solamente un reducido grupo de productos como la fresa mantuvieron los llamados Mecanismos Complementarios de Intercambios que consisten simplemente en una vigilancia de los envíos para evitar hundimientos de mercados.

Ello supone que, para la exportación de fresa a la Comunidad Europea, se fijen semanalmente unas cantidades máximas y que en este momento se sitúan en 18.400 toneladas. Frente a esta cantidad máxima a exportar, las ventas españolas en la última semana se situaron en unas 9.000 toneladas de las que 3.500 fueron al mercado francés. España exportó a la CE en 1992 101.000 toneladas, según los datos facilitados por los exportadores a la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas.

A pesar de no haber superado la cantidad marcada por la propia Comunidad Europea, los agricultores de la Coordinadora Rural francesa consideran que se trata de unas importaciones que, por sus precios más competitivos, representan un peligro grave para el funcionamiento de sus explotaciones.

En esta línea, además de solicitar cláusula de salvaguardia en Bruselas, han reclamado el apoyo de los comerciantes franceses no adquiriendo fresas españolas.