Tarrés aspira a recuperar el Campeonato del Mundo

1992, el año mágico del deporte español, no lo fue tanto para el trial, la especialidad que en la última década más títulos ha proporcionado. Los pilotos conquistaron el trial de las Naciones, la competición más importante por equipos, pero no lograron el título más prestigioso, el de campeón del mundo, ese que Jordi Tarrés se había acostumbrado a ganar. Por eso 1993 tiene sabor de venganza. El trial de Luxemburgo, que se disputa el hoy, es la primera prueba del nuevo Mundial.

Tres pilotos españoles aspiran a recuperar el título que el año pasado se llevó sorprendentemente el finlandés Tommy Ahvala. Además de Tarrés, los jovenes Amos Bilbao y Marc Colomé completan el dominio español en el panorama del trial.Tarrés es, posiblemente, el deportista español más laureado a nivel internacional de los últimos años. Lo demuestran sus cuatro títulos mundiales desde 1987. Por eso, aunque el trial es una especialidad minoritaria, él ha ganado mucho dinero y se ha hecho tan popular. Pero Tarrés vive ahora para borrar su fracaso del año pasado, cuando perdió el Mundial en la última prueba. Él es el que tiene una mayor deuda pendiente con el 92.

Está claro que para Tarrés el objetivo esta temporada no es sólo llenar una página más de su historial, como le pasaba antes. El Campeonato del Mundo es, más que nunca, un reto. El único que tiene. Está obligado a ganarlo para olvidar lo ocurrido el año pasado. Por eso, se ha preparado a conciencia.

Harto de ganar

Harto de imponerse en el campeonato de España (siete veces consecutivas), cansado de ganar triales en todas partes (40 del mundial), Tarrés sigue en activo para dejar tan altos como le sea posible todos sus récords. Y para vengarse del fracaso del 92. "He recuperado la ilusión y mi mejor forma" reconoce el piloto de Rellinars (Barcelona).Tarrés, el joven veterano (empezó en el Mundial con 16 años), ha cambiado de marca. En 1993 competirá con una moto catalana, la, Gas-Gas. Esta marca, radicada en Fornells de la Selva (Gerona), se dedica sólo a fabricar motos de trial (unas 2.000 unidades al año). "Es la mejor máquina. Nuestro único objetivo es el título", cuenta el cuatro veces campeón mundial (1987, 89, 90 y 91), que quiere volver a esa rutina de triunfos que incluso restó valor a sus éxitos.

"Vuelvo a entrenarme dos horas al día y he perdido algo de peso. Estoy como cuando era junior", dice Tarrés. Esta afirmación la avalan sus resultados de la pretemporada: se ha impuesto en ocho de los doce triales que se han disputado.

Sin embargo, el Mundial será otra cosa y Tarrés no lo tendrá fácil. Sus principales rivales serán el actual campeón del mundo, el finlandés Tommy Ahvala (Aprilia), y otros dos jóvenes pilotos españoles, Amos Bilbao (Montesa) y Marc Colomé (Beta). Para ellos, incluido el campeón, también sólo hay un objetivo: derrotar a Tarrés.

El Mundial que se inicia es, en principio, el más abierto, el más interesante de los últimos años. Luxemburgo es la primera prueba de un calendario que incluye 13 triales y que finalizará el 2 de octubre en Irlanda. La manga española del campeonato se disputará en Viella el 25 de julio.