_
_
_
_
_

Franco Zefirelli expone su obra pictórica

Setenta obras entre óleos, cuadros al temple, acuarelas, pasteles, diseños, bocetos escénicos y trajes de ópera forma la exposición que Franco Zefirelli ha inaugurado en el Palacio Rupoli, de Roma, y que estará abierta hasta el 23 de abril. Zefirelli, que acaba de cumplir 70 años, dice que querría hacer una monografía pero que no encuentra editor.El director escénico y cinematográfico se mueve por la exposición "de piezas supervivientes del desastre", como la califica, enseñándosela a los periodistas. Va de un cuadro a otro, de un maniquí a un diseño, recordando, a través de los trajes expuestos en la muestra, al personaje de carne y hueso que estuvo dentro: "El vestido que Anna Magnani llevó en La lupa" -lo coge, lo sube al pedestal, se fotografía-; el traje de Elizabeth Taylor para la Aida de Verdi, que íbamos a hacer con Bernstein y no se pudo realizar porque murió Sadat", comenta mientras todos se preguntan cómo pudo caber nunca en él la actual señora Fortensky.

El amado, odiado y discutido Zefirelli pasea entre tablas de la plancha, tijeras y maniquíes a punto de dejar de ser calvos para vestirse de tenor. A la carrera, con su hablar a trompicones que reduce su discurso a la mitad, apaña aquí, retoca allí para que todo esté a punto cuando llegue el público. Le coloca la capa a Otello -"es el traje que llevó Plácido Domingo un hombre maravillos"- o se pone el bombín de Payasos, que hizo el año pasado en el Teatro de la ópera de Roma.

Un periodista español le pregunta a quién le gustaría enseñar la exposición. "A vuestro Rey, Juan Carlos, que es un chico muy simpático".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_