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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Réplicas a un juez

Yo, señor Manzanares, soy uno de esos ineptos de moral dudosa de los que habla en su carta del pasado 3 de febrero. Lo que no soy es juez de vigilancia penitenciaria: no tengo el poder del Estado y sus camarillas para protegerme.Yo, señor Manzanares, soy de esos sujetos que hablan en radio y televisión para dejarle a usted de vuelta y media; pero no voy a hablar ahora del dolor en las entrañas por las chicas (le Valencia, del que usted, señor juez, tampoco tiene la exclusiva.Voy a hablar de lo que pasa y no quiere ver: de ese 90% de los reclusos con permisos que vuelven cumplidamente a la cárcel. Porque sólo una escasa minoría aprovecha para volver a delinquir. Aunque para usted no importa: todos los reclusos deben pagar. Como todos los judíos en la Alemania de los treinta, los negros para el Ku Klux Klan, los magrebíes para Le Pen, y como el pecado original para toda la humanidad.

Yo, señor juez, soy un seudoprogresista que dedica su tiempo y su estómago a encarar el sida y sus cómplices allá donde estén; de los que cuando se escribió en letras grandes."todos tienen derecho a la salud y a la vida" creyó que nadie podría despreciarlo.

Usted, en cambio, se dedica a calcular el precio de las personas; pero dígame, ¿cómo sus 300.000 pesetas mensuales no logran parar la extensión del sida en las cárceles?

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Yo soy un frustrado con intereses bastardos, quizá porque no tengo, como usted, un Dios que me ilumine las muertes inocentes y las merecidas; ni tengo, como usted, el poder de enviar guardias civiles a requisarnos papeles de denuncia: ¿cómo me iba a zafar de su acusación por desacato? No soy jerarca ni me obedecen guardias pretorianas.

Yo creo en la vida, usted, señor juez, sólo en algunas.-

En las cárceles de Cataluña, los presos (entre los que se encuentran numerosos enfermos por toxicomanías y sida, y bastantes condenados por convicción moral, es decir, sin pruebas suficientes) gastan por debajo de las 31.500 pesetas mensuales (cada uno, no hay error en el dato). Las 300.00.0 pesetas mensuales por preso a las que hace referencia el señor Manzanares Codesal son para pagar sueldos de funcionarios; de los cuales, unos pocos saben que están trabajando, con personas; otros muchos sólo saben abrir y cerrar puertas, y otros tantos son herederos del antiguo régimen, del palo y tente tieso que tanto gusta al señor Manzanares.

Esas 300.000 pesetas las pagamos los contribuyentes, y, por tanto, nosotros no deberíamos decidir si ese dinero debe emplearse en abridores y cerradores de puertas o en técnicos especializados que de una vez por todas devuelvan a la sociedad a personas resocializadas y no a seres más agresivos y desestructurados, porque mientras esto no se dé, las cárceles seguirán sin servir para nada.

Las asociaciones de apoyo a presos y presas nunca hemos defendido el delito, pero siempre defenderemos el respeto a los derechos fundamentales de las personas; porque no olvidemos que los presos y las presas sólo están condenados a la privación de libertad. Existe una Ley Orgánica General Penitenciaria, y si las leyes se hacen para cumplirlas, exigimos que también se cumpla ésta.

El señor Manzanares Codesal sabe, porque antes que juez fue funcionario de prisiones, que los delincuentes sexuales obtienen más beneficios penitenciarios que cualquiera del resto de los presos, y no porque a los funcionarios les guste este tipo de delito, sino porque los violadores son rechazados y perseguidos por todos los presos y acaban refugiándose en las faldas de los funcionarios, y a éstos les gusta sobremanera que les hagan la pelota y les pasen informaciones para poder hundir a otros presos a los que tienen manía porque no son sumisos, y valga como ejemplo el supuesto asesino de Alcàsser. ¿Su comportamiento era bueno, o simplemente era un chivato de los funcionarios? En cuanto a las descalificaciones que el señor Manzanares Codesal hace a las asociaciones que apoyamos a los presos y presas, no vale la pena cogerle el trapo porque bastante se ha descalificado él mismo con sus declaraciones y con sus actuaciones de doble moral desde que ostenta tan magnífico cargo- Xavier Cañadas i Cascón. Presidente de la Associació de Recolzament a Presos i Preses i Assessorament Jurídic. Barcelona.

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