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El ejército ísraelí desata una caza del hombre en busca del sospechoso de matar a un agente secreto

El Ejército israelí detuvo ayer a 17 personas relacionadas con un palestino del territorio ocupado de Cisjordania que el Gobierno de Israel considera responsable del asesinato, el domingo pasado, de un agente del del Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí. La víctima, Haim Nachmani, de 25 anos, apareció muerta, acuchillada y golpeada, en un piso del sector judío de Jerusalén. Estas detenciones afectan tanto a parientes como a amigos del sospechoso, un colaborador del Shin Beth que habría actuado como agente doble. Otras 16 personas más, sin relación por su parte con el sospechoso, fueron detenidas ayer.

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No se espera en Jerusalén, sin embargo, que estas detenciones basten para obligar al supuesto asesino, que sigue en paradero desconocido, a salir de su escondite. Se considera más bien que el Shin Beth quiere llevar a cabo un interrogatorio sin contemplaciones de los detenidos con el fin de conseguir informaciones más. concretas sobre el supuesto ase sino. Después de las primeras indagaciones en el lugar del crimen, un piso en el barrio judío de Jerusalén, la policía piensa que el sospechoso tuvo la ayuda de un cómplice.Hamas, el movimiento integrista palestino acusado por el Gobierno israelí de ser responsable del asesinato, hizo público ayer un comunicado en el que no reivindica directamente la autoría de la muerte de Haim Nachmani, pero en el que llama a sus militantes a matar a los agentes del Shin Beth. Un miembro de Hamas, precisamente, fue condenado el lunes por un tribunal militar a cadena perpetua por el asesinato, en septiembre pasado, de un agente israelí de la guardia de fronteras.Miedo generalizado

Los vecinos que viven en la calle tranquila del barrio residencial de Rehavia, donde se cometió el crimen, tienen miedo. El piso que utilizaba el agente del Shin Beth para sus citas con su informador está en la planta baja. "¿Quién podría imaginar que los servicios secretos habían alquilado un piso en nuestra casa?", dice una vecina. "Si me hubiera topado con los asesinos cuando salieron de la casa, estaría hoy muerta", añade con un escalofrío. "La gente de Hamas es cada vez más audaz; me espanta que un asesinato como éste pueda tener lugar en el corazón de la Jerusalén judía", recalca otro vecino.

Los israelíes están acostumbrados a los atentados, sobre todo en Jerusalén. Pero este crimen en un piso, cometido de manera tan discreta que los vecinos no se dieron cuenta de nada, provoca en los ciudadanos israelíes un sentimiento de angustia sin precedentes.

El Gobierno es consciente del clima de miedo que impera progresivamente en el país y no sólo en el barrio afectado. Ello explica que se esté asistiendo a una verdadera caza del hombre, con una movilización casi sin precedentes. "Es fundamental encontrar al asesino en los próximos días; si no, la gente va a pensar que la expulsión de los palestinos miembros de Hamas no sirvió para nada", afirma un oficial de policía. "Y lo que es más grave, en este caso la popularidad de Hamas en Cisjordania y Gaza sólo irá creciendo". Mientras tanto, dos habitantes de los territorios ocupados murieron ayer ejecutados por militantes palestinos que les acusaban de haber colaborado con la ocupación israelí, uno en Ramalá, en Cisjordania, y otro en Rafah, en la banda de Gaza. El primero había sido empleado de aduanas en la administración militar, mientras el segundo, cuyo cadáver apareció colgado de un árbol, era considerado como un informador de la policía.

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