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China y Corea creen que su reconciliación favorecerá la estabilidad en la zona

Juan Jesús Aznárez

China y Corea del Sur, que ayer establecieron relaciones diplomáticas después de cuatro décadas de una hostilidad progresivamente superada por los lazos comerciales, emitieron un comunicado conjunto en el que subrayan que la reconciliación conducirá a una "mayor distensión y estabilidad" en la península coreana, uno de los últimos bastiones de la guerra fría y donde todavía confluyen los intereses de Japón, EE UU y Rusia.La estalinista Corea del Norte, desairada por Pekín, y Taiwan, abandonada por Seúl, que rompe los vínculos diplomáticos con el Gobierno de la isla, son los dos príncipales perjudicados de la nueva situación política surgida en el este asiático. El presidente surcoreano, Roh Tae Woo, reconoció en una declaración televisada que "es lamentable que las relaciones con Taiwan deban ser interrumpidas como consecuencia de la normalización con China ( ... ) Es doloroso después de unos lazos tan duraderos y amistosos".

Los ministros de Exteriores de China, Qian Qichen, y de Corea de Sur, Lee Sang Ock, rubricaron en Pekín el documento de normalización en una ceremonia emitida por televisión a todo el país. Corea del Sur, que logra con la amistad china una importante baza en el proceso hacia la reunificación de la península, accedió a reconocer al Gobierno de Pekín como el legítimo representante de la soberanía de toda China, incluida Taiwan, y cortó sus lazos diplomáticos con Taipel, cuyo Gobierno reclama también esa soberanía desde que el general Chiang Kai Chek se instaló en el territorio tras ser derrocado en 1949 por la revolución de Mao Zedong.

Represalias

Roh Tae Woo, que anunció un próximo viaje a China, trató de apaciguar en su comparecencia pública el disgusto de Taiwan al manifestar que confiaba en mantener con la isla, de forma no oficial, lazos estrechos y beneficiosos. Las autoridades de Taipei, rechazando amargamente cualquier premio de consolación, reaccionaron suprimiendo las preferencias comerciales dispensadas a Seúl y el tráfico aéreo con Corea del Sur.Fuentes oficiales surcoreanas aseguraron que el dictador Kim II Sung, que guarda silencio en su aislamiento de Pyongyang, habrá acusado el golpe propinado por China, el camarada de los tiempos difíciles, único país con verdadera influencia sobre Corea del Norte y mediador idóneo ahora para resolver la vieja enemistad intercoreana.

"En buena parte, optamos por establecer relaciones diplomáticas con China para obligar a Kim II Sung a abrir más las puertas de su país", afirmaron dichos medios. Las posibilidades de maniobra del régimen norcoreano, en acelerada bancarrota desde la quiebra de la Unión Soviética, no son muchas y lo más probable es que deba encajar "la traición" del coloso, cuya asistencia todavía necesita para sobrevivir.

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