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La reapertura del Guggenheim neoyorquino inicia la era de los museos del siglo XXI

Concluida la construcción del edificio-sede, obra del arquitecto Frank Lloyd Wright

El Museo Guggenheim de Nueva York inició oficialmente, el pasado lunes, una nueva etapa no sólo en su propia historia, sino también en la de los museos de nuestro siglo, lo que, en cierta manera, prefígura qué serán los museos del siglo XXI. El edificio sede del Museo Guggenheim fue creado por Frank Lloyd Wright y ahora ha sido completado de acuerdo con los planos origínales del célebre arquitecto norteamericano. Ha sido construida una torre anexa, que permitirá por primera vez la utilización plena del espacio helicoidal. Una serie de fiestas de presentación se sucederán a lo largo de toda esta semana y concluirán con la apertura definitiva del museo al público, que tendrá lugar el próximo domingo, día 28.

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Un edificio símbolo en sí mismo

ENVIADA ESPECIALUna brillante instalación de Dan Flavin, con una gigantesca columna de neones rosa que cuelga en el patio central del edificio de Frank Lloyd Wright, preside las celebraciones de la reapertura del Museo Guggenheim de Nueva York.Las luminosas piezas de color colocadas a lo largo de toda la espiral del edificio tiñen las paredes y la atmósfera de una gama de sombras exultantes. Las curvas paredes de este edificio emblemático han dejado de ser un dolor de cabeza para los comisarios del museo y se han convertido en un espacio soberbio.

Al edificio de Lloyd Wright se le ha acoplado una torre anexa que figuraba en los planos originales del arquitecto y que ha sido realizada por la casa constructora Gwathmey Siegel y asociados. A lo largo de las rampas se encuentran varios accesos a las nuevas salas, en las que están colocadas las joyas artísticas que han hecho de esta colección una de las importantes del arte de nuestro siglo. La exposición para la reapertura del Museo Guggenheim se desarrolla entre Hermitage en Pontoise, un gran paisaje pintado por Pisarro en 1867, y termina con una colección de pop-art de los años finales de la década de los sesenta.

Las salas de la colección Tannhauser hacen un despliegue de obras de Pablo Picasso, Modigliani, Edgar Degas, Claude Monet, Paul Cezanne, Henri Matisse, Paul Gauguin y Van Gogh verdaderamente impresionante. En las salas superiores se van sucediendo obras procedentes del impresionismo, del posimpresionismo y del constructivismo.

En las plantas intermedias se exhibe una serie de pinturas y de esculturas surrealistas y expresionistas abstractas. En los espacios superiores, la colección presenta obras de Francis Bacon, Olderiburg, Kooning, Tápies, Dubuffet y Andy Warhol, entre otros artistas. El recorrido se realiza ahora con fluidez entreun edificio y el otro y son menos frecuentes los mareos del público que cuando el circuito era sólo circular.

Reformas profundas

En estos días se inaugura también una nueva sede del Museo Guggenheim en el Soho. Esta sede permitirá una todavía más holgada exhibición de las obras de la colección. Se encuentra situada en el 575 de Broadway y se trata de un edificio construido en 1882, que ahora ha sido restaurado por el arquitecto japonés Arata Isozaki. Las obras no están totalmente concluidas, por lo que después de la inauguración de compromiso volverá a cerrarse al público hasta que esté definitivamente terminado.

El Museo Guggenheim de Nueva York había cerrado sus puertas al público en el mes de mayo de 19,90 e inició entonces una etapa de reformas profundas. No sólo se trataba de restaurar el maltratado edificio de Frank Lloyd Wright y ampliar su capacidad para montar exposiciones, sino de sentar las bases de un nuevo comportamiento de la sociedad ante el arte y la cultura.

"Vivimos en un momento en que se es más consciente de la defensa medioambiental, de positiva desmilitarización y de abierta cooperación internacional después del fin de la guerra fría", comenta Thomas Krens, director del museo. "En estas circunstancias creemos que es posible que una de las pocas batallas por las que vale la pena luchar es la de la cultura".

La estrategia de Krens consiste en abrir el tradicional concepto de museo como un edificio destinado simplemente a guardar obras de arte, para convertirlo en una institución mucho más dinámica. El Guggenheim inicia esta nueva etapa con dos locales en Nueva York, uno en Venecia (que alberga la colección de Peggy Guggenheim) y los proyectos del museo de Bilbao, en España, y el de Salzburgo, en Austria.

"Parece que hay cierto desasosiego en los medios museísticos y una cierta necesidad de cambio que se refleja en la excesiva preocupación del dinero con respecto al arte, en las acusaciones de la prensa crítica y en la búsqueda de una orientación estética capaz de dar mayor seguridad a los criterios con los que se maneja nuestro pasado", dice Thomas Krens. Y añade: "Es en este momento en el que hemos decidido actuar y reforzar nuestra posición con respecto al futuro".

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