Sanidad y las autonomías afirman que es imposible recortar el gasto sanitario
El Ministerio de Sanidad prepara un decreto, que entrará en vigor a lo largo de este mismo año, destinado a convertir el Insalud en un ente público independiente y facturar la asistencia que prestan los hospitales públicos a las mutuas de asistencia y de accidentes y a la propia Seguridad Social. Se trata M primer paso de la reforma que el ministro José Antonio Griñán se propone emprender para detener la degradación de la sanidad pública y mejorar la calidad de la asistencia. Tanto Griñán como los consejeros de Sanidad de Cataluña y Andalucía consideran imposible que se recorten los presupuestos de Sanidad.
Ante la inquietud desatada por las referencias de Felipe González en su discurso sobre el estado de la nación, Griñán llamó a varios consejeros para tranquilizarles e indicarles que el presidente no había hablado de recortes sino de "contención del gasto". Más allá de la polémica suscitada por las diferentes interpretaciones de las palabras del presidente, Griñán se mostró satisfecho de que Felipe González hubiera incluido la sanidad entre los problemas prioritarios del país y se propone iniciar las reformas de mejora de la gestión.A mitad del mes de abril se dictará la normativa necesaria para que los hospitales de la Seguridad Social comiencen a facturar la asistencia y posteriormente el decreto de conversión del Insalud en ente público. Estas medidas no tendrán repercusión inmediata sobre los usuarios pero constituyen el primer paso de un amplio y complejo proceso de reforma cuyo objetivo es mejorar la calidad de la asistencia.
Existe un amplio consenso en el sector sanitario sobre las medidas a emprender para frenar la degradación de la sanidad pública, pero todas las fuentes coinciden en que su viabilidad depende de una cuestión previa fundamental: qué presupuesto se va a destinar a Sanidad y qué quiere decir exactamente "contención del gasto sanitario", pues en estos momentos se dirime una soterrada y dura batalla entre los gestores de Sanidad y los del Ministerio de Economía, los primeros para incrementar el presupuesto y el segundo para reducirlo en términos relativos.
Mejorar es gastar
Existe un consenso generalizado sobre la necesidad de contener el gasto sanitario, en el sentido de evitar que crezca de forma descontrolada y desmesurada, pero los máximos gestores sanitarios coinciden en la necesidad de consolidar y aumentar los actuales presupuestos destinados a Sanidad, porque de lo contrario la degradación del sector público puede llegar a tener muy severas consecuencias políticas.
"Estamos ante un problema conceptual", señala Marcos Peña, director general de Evaluación de Servicios del Ministerio de Sanidad. "En realidad, el Insalud tiene déficit porque durante varios años no se ha presupuestado el gasto real. También la Seguridad Social hubiera producido déficit en las pensiones si los aumentos aplicados a las jubilaciones no se hubieran presupuestado. Está claro que no serviría de nada eliminar el déficit del Insalud con un crédito extraordinario si no se reconoce en el próximo presupuesto el gasto real, porque dentro de dos años estaríamos en las mismas".
Y, puesto que existe una notable confusión en la terminología, Marcos Peña precisa: "El presupuesto sanitario no puede crecer por debajo del coste de la vida, porque la realidad social del país no lo admite". También García Arboleya, consejero de Sanidad de Andalucía, considera que "no puede hablarse de recortes. Sin suficiencia presupuestaria, la contención del gasto es imposible. Hemos de partir del gasto real ya consolidado y aumentarlo luego paulatinamente para acercarnos a la media de la CE, de la que estamos aún lejos".
Xavier Trias, que interpretó las palabras de Felipe González como un anuncio de recorte, afirma: "Me parece una vergüenza y una barbaridad que pueda plantearse una reducción del gasto sanitario, porque además es del todo imposible, a no ser que, en lugar de mejorar, se quiera empeorar la asistencia".
"Los enfermos no desaparecen porque se reduzca el presupuesto", añade. "Hay que asumir, de una vez por todas, que si se quiere mejorar la calidad de la asistencia hay que aplicar reformas. Y que las reformas servirán para gastar mejor, pero no para gastar menos. Al contrario, cualquier mejora comporta un aumento de la demanda y un incremento en el gasto, al menos a corto plazo. Porque atender mejor quiere decir diagnosticar antes, hacer un seguimiento de los pacientes, prolongar la vida de los ancianos, y porque todavía existen muchas necesidades sin atender. En Sanidad, hacerlo mejor implica aumentar la demanda, es una cuestión de desarrollo social", concluye Trias.
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