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Las copias privadas darán 7.000 millones anuales a los creadores

El Congreso debate la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual

Francesc Valls

Autores, artistas, productores y editores percibirán unos 7.000 millones de pesetas anuales con la entrada en vigor la Ley de Propiedad Intelectual modificada, que actualmente está en trámite en la Comisión de Educación y Cultura del Congreso. Ese proyecto grava con un canon la copia privada de libros -fotocopias-, discos, compactos y casetes o cintas audiovisuales.

Representantes de los autores subrayaron ayer ante la citada comisión parlamentaria que, si las copias privadas realizadas en un año de todo ese material cultural se destinaran a comprar originales, la cantidad llegaría fácilmente a los 120.000 millones de pesetas.La práctica totalidad de quienes ayer comparacieron en el Congreso -excepto la industria, representada por la Asociación Nacional de Industria Electrónica (Aniel)- coincideron en urgir a los parlamentarios para que se dé luz verde, cuanto antes, a esa modificación de la Ley de Propiedad Intelectual de 1987.

El nuevo proyecto reforma parcialmente la ley, modificación que llega después de que tras años de infructuoso diálogo los creadores y la industria no lograran ponerse de acuerdo, ante la negativa de la ésta última, que se considera atacada por la ley. El nuevo texto impone un canon por máquina de fotocopia vendida -según la capacidad de copias-, así como a las cintas de video y audio vírgenes y a los aparatos para su reproducción.

La actitud de la industria fue calificada ayer por Javier Moscoso, abogado de la Sociedad General de Autores (SGAE), de "estafa, si no penal si moral y económica". Moscoso aseguró que España se encuentra a la cola de Europa en lo que a está legislación se refiere. El letrado dijo que sólo en 1990 se habían grabado 80 millones de horas de videogramas en cintas de vídeo vírgenes para copias privadas. Si lo registrado hubiera sido adquirido como cinta original, la cifra resultante superaría los 40.000 millones de pesetas. Y de aplicarse los cánones de la ley, la cifra llegaría a unos 3.000 millones de pesetas.

Los argumentos de Moscoso fueron los mismos que emplearon el compositor Luis Cobos, presidente de Artistas Intérpretes Ejecutantes, y el actor Imanol Arias, presidente de Artistas e Intérpretes de la Sociedad General de Espectáculos de Cine y Teatro. Todos ellos pidieron al Grupo Popular que reconsiderara su posición de esperar a una hipotética y futura armonización europea para legislar también en España al respecto. Imanol Arias recordó la compareciencia ante el Parlamento francés de Yves Montand, que en su día pidió a los partidos de centro y de derecha que modificaran su actitud. Arias dijo que el cine francés es uno de los más fuertes de Europa gracias al establecimiento de cánones que protegen los derechos de autor, contra lo que sucede en España. El actor subrayó que las 7.902 salas de cine existentes en España en 1980 han quedado reducidas a 1.773 en 1990.

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