_
_
_
_
_
Entrevista:

"Nunca odié a 'Timador"

Un día innombrable del toreo, en Béziers, Francia, le sometió a la prueba de querer vivir: revistió su cuerpo de insensibilidad. Y sólo le quedaron ojos para ver y frente para pensar...Pregunta. ¿Qué es la esperanza?

Respuesta. Mi salvación.

P. ¿De dónde viene su optimismo?

R. De mis 13 años, cuando quise ser torero.

P. ¿Qué espera de los Reyes Magos?

R. El movimiento de mi cuerpo.

P. ¿Aprecia el buen vino?

R. Me encanta.

P. ¿Qué bebió en Navidad?

R. Viña Albina 1982.

P. ¿Cómo mira a los hombres?

R. Quiero mirar la amistad.

P. ¿Y a las mujeres?

R. Desde el aspecto humano, como el ser más bonito de la creación.

P. ¿Ha perdido amigos?

R. He ganado, creo.

P. ¿Odia a aquel toro de 600 kilos, en Béziers ... ?

R. Nunca lo he odiado.

P. ¿Se acuerda de su nombre?

R. Sí, Timador.

P. ¿Qué daría por volver a torear?

R. No sé; creo que todo lo que poseo.

P. ¿Le fascina un recuerdo?

R. Sí, dos: mi alternativa y mi boda. Son los dos días más felices de mi vida.

P. ¿La desaparición trágica de Nimeño II afectó su corazón?

R. Mucho, mucho...

P. ¿Y qué huella dejó en su cabeza?

R. No quise que me afectara.

P. Su mirada fue siempre triste. ¿O soñadora?

R. Más bien soñadora.

P. ¿Le place hablar de toros?

R. Me encanta, y ver vídeos de corridas, también. Pero a escondidas, cuando mi mujer va de compras.

P. ¿Duerme bien?

R. He vivido más que dormido siempre. Tomo alguna pastilla.

P. ¿Los 1.000 millones que pide El Cordobés, le animan?

R. La vida de un torero vale más; si hay quien se los pague...

P. ¿Qué torero le hace llorar?

R. Manzanares me emociona por su sensibilidad.

P. ¿Rezaba antes de la corrida?

R. Mucho, y después también. Me encantaba rezar.

P. ¿Reza más ahora?

R. Quizá.

P. ¿Escucha pasodobles toreros?

R. Sí, y flamenco.

P. ¿Le apasiona la caza?

R. A mí, desde niño, se me ha podido encontrar toreando o cazando.

P. ¿Le domina algún pensamiento?

R. Lo de siempre: el toreo

P. ¿Algo le cabrea en su vida cotidiana?

R. Estar en la silla de ruedas.

P. ¿Le tienta escribir?

R. Aún no puedo coger el bolígrafo, pero lo haré.

P. ¿Se portó alguien mal con usted?

R. No quiero recordar.

P. ¿Qué ama más en su vida?

R. Mi mujer, el toreo y la caza.

P. ¿Qué es el amor?

R. Algo vital; no podría vivir o dormir tranquilo sin él.

P. ¿Qué es la felicidad?

R. Estar satisfecho.

P. Salud, amor y dinero: ¿es su lema?

R. Digamos que sí.

P. ¿Qué piensa de estos días navideños?

R. Se cree uno más feliz.

P. ¿Por qué se quitó la vida Nimeño II?

R. Quizá, al no verse con plenas facultades...

P. ¿Se te ha pasado a usted esa idea por la cabeza?

R. No lo he querido pensar, gracias a Dios.

P. ¿Su mujer quiere que vuelva a los ruedos?

R. No, eso es una ilusión mía, pero no suya.

P. ¿Cómo ve su futuro?

R. Creo que el toreo ha llenado mi vida ya, gracias a Dios, aunque la meta sea siempre indefinible; si esto me ocurre 15 años antes no lo hubiese aceptado, pero yo ya había imaginado que en el 92 podría retirarme.

P. ¿Por qué Curro está aún en los ruedos?

R. Es afición, pienso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_