La reina Sofía afirma que la droga es un freno para la libertad y la felicidad

La reina de España pidió ayer a los políticos, educadores, padres de familia y agentes sanitarios que se empeñen en una política preventiva global de lucha contra la droga y el alcohol, así como respuestas terapéuticas para los afectados por su consumo. La reina Sofía, en su intervención en Roma en la Conferencia Internacional Droga y Alcoholismo Contra la Vida, consideró la droga y el alcohol "un freno radical a la libertad, la convivencia y la felicidad de los hombres".

Doña Sofía hizo esas consideraciones en su intervención en la Conferencia Internacional Droga y Alcoholismo Contra la Vida, que, con el lema Contra Spem In Spem (Esperanza en la Desesperanza), se ha celebrado desde el pasado jueves en el Vaticano.La conferencia, organizada por el Consejo Pontificio de la Pastoral de los Agentes Sanitarios, ha reunido a casi 2.000 científicos, premios Nobel, investigadores, políticos y teólogos de 101 países y fue clausurada ayer por el Papa, tras las intervenciones del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar; el presidente de Bolivia, Jaime Paz Zamora, y el primer ministro italiano, Giulio Andreotti.

La Reina calificó las drogas y el alcoholismo de "auténtica plaga que nos acosa en los postreros a los de este siglo, y cuya dimensión universal configura una de las mayores limitaciones a la libertad hasta ahora conocidas". "El problema de las drogas y del alcoholismo", dijo Doña Sofía, "está presente en nuestra vida cotidiana igual que lo están otros problemas de notoria gravedad, pero de forma más penetrante y continuada, y ambos influyen de manera patológica en la tendencia irrenunciable de la persona humana a la búsqueda de la felicidad".

"La droga altera esas aspiraciones, las degenera y las destruye, ofreciendo sugerentemente una fórmula engañosa para libramos de nuestros males. Engañosa porque para evadimos de las dificultades que encontramos en la vida, nos quita la propia vida. Es un mito al revés. Y ha elegido prioritariamente a la juventud porque es en ella donde se da el terreno más fertil y permeable para esa seducción", dijo la Reina, para quien las respuestas contra la droga "sin que dejen de ser una responsabilidad de los poderes públicos, nunca podrán ser eficazmente desarrolladas sin el imprescindible apoyo familiar y el compromiso solidario de la sociedad en su conjunto".

La Reina interrumpió ayer por la mañana su presencia en el congreso para ser recibida por el Papa en la biblioteca privada de éste. Acompañada por el ministro de Sanidad, Julián García Valverde, y por el embajador de España ante la Santa Sede, Jesús Ezquerra, doña Sofía, vestida con un traje de chaqueta oscuro y sin mantilla, charló con Juan Pablo II durante casi 15 minutos y le regaló un libro facsímil Imago Mundi, volumen geográfico del siglo XV utilizado por Colón. "Para Su Santidad, con el deseo de que la conmemoración del Quinto Centenario sea nuevamente motivo de encuentros fraternales", era la dedicatoria. El Papa le entregó un rosario de oro.