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GUERRA EN LOS BALCANES

Aviones del Ejército federal de Yugoslavia bombardean el palacio presidencial de Croacia

La guerra ha llegado a Zagreb, capital de la república rebelde de Croacia. El Ejército federal yugoslavo realizó ayer su primer bombardeo aéreo contra la capital croata con un ataque de gran precisión contra el palacio presidencial, en el que se encontraban el presidente, Franjo Tudjman; el primer ministro federal, Ante Markovic, y el jefe del Estado yugoslavo, Stipe Mesic. Un comunicado del bloque serbio anunciaba a última hora de la tarde de ayer que sus tropas respetarían un alto el fuego inmediato a partir de la medianoche si la Comunidad Europea (CE) era capaz de garantizar el cese de las hostilidades por parte croata antes de esa hora.

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La propuesta de la presidencia incluía también el levantamiento del cerco que la Guardia Nacional croata viene ejerciendo sobre los cuarteles del Ejército federal en los territorios controlados por Croacia, así como la retirada de dichas unidades bajo supervisión de observadores de la CE.El comunicado añade que "si Croacia no cumple las condiciones impuestas en los plazos previstos, el Ejército federal continuará las operaciones de liberación de los cuarteles sitiados". Un diplomático de la CE en Belgrado dijo anoche que era "¡mprobable" que la Comunidad aceptara tal acuerdo. Aunque el Ejército federal desmintió ayer que se hubiera ordenado el bombardeo aéreo de Zagreb, afirmando que no se trataba sino de una "puesta en tescena" organizada por los croatas, dos cohetes, lanzados a las 15.05, causaron grandes desperfectos en el edificio presidencial, incluido el despacho de Tudjman. Zag,reb se declaró ayer definitivarriente en estado de guerra.

Tudjman, Markovic y Mesic, junto a varios ministros- croatas, analizaban la conferencia de paz ¡de La Haya y la posible prolongación de la moratoria de la independencia de Croacia, que vencía de madrugada. El primer ministro yugoslavo (croata, al igual que Mesic) envió desde Zagreb un comunicado oficial a Belgrado para su difusión, informa "Considero responsable de este intento de asesinato al ministro federal de Defensa, general Ve1jko Kadijevic. No pienso regresar a Be1grado hasta que el general Kadijevic sea destituido". "Es un milagro que sigamos vivos".En el ataque al palacio presidencial tan sólo resultaron heridos dos guardias nacionales croatas, porque la dirección politica de la república había acudido a los refugios subterráneos 20 minutos,antes. En el resto del país continúa el baño de sangrecon una cifra indeterminada de muertos. Más de mil personas han perdido la vida a causa de la guerra desde el pasado mes de junio, y el temor de muchos yugoslavos es que los 23,5 millones de habitantes del país se enzarcen en una guerra civil total y generalizada.El ataque contra la sede presidencial, el llamado Banski l3vori (Palacio de los Duques), la antigua residencia del virrey austrohúngaro (siglo XIV) y símbolo nacional para todos los croatas, constituye la última advertencia del Ejército federal de que está dispuesto a una guerra total contra todas la instituciones del Estado croata. Un Estado que a partir de hoy se considera independiente, tras concluir la moratoria acordada con la CE en los acuerdos de Brioni, hace exactarnente tres meses. Pasa a la página 3

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Ofensiva generalizada del Ejército federal

Viene de la primera páginaLa mayor parte de las; ventanas del palacio quedaron hechas añicos, y las bombas destrozaron el patio interior del recinto. La fachada del edificio fue afectada por el ataque, según explicó el propio Tudjman por televisión. Banski Dvori se halla enclavado en la plaza de Radicev, en donde también se encuentran otros edificios del Gobierno croata, y la iglesia de San Marcos, del siglo XIII, que resultó dañada.

"Nos han impuesto la guerra, y ya no dudaremos en luchar a la defensiva contra el agresor. El Ejército ha lanzado una ofensiva generalizada", manifestaba Tudjinan por la mañana. Los ataques a los cuarteles del Ejército son para Croacia la única forma de hacerse con armas, ya que las otras vías le han sido cerradas a esta república, explicó Tudjman, que defendió la decisión de no desbloquear los cuarteles antes de un alto el fuego.

"Hernos ofrecido el desbloqueo simultáneo al cese el fuego. Pero dar libertad de rnovimiento a unas fuerzas que están destruyendo Croacia antes de poner fin a las hostilidades iría contra toda lógica militar. Mientras continúe la agresión, atacarenios lo que nos suponga un beneficio militar", añadió Tudjman.

La guerra en Croacia está en plena marcha, con violentos combates en todos los frentes. "La guerra nos ha sido impuesta, y ahora debemos cornportarnos según las"leyes de la guerra", había declarado Tudjman antes del violento ataque. La Guardia Nacional croata tomé~ ayer dos cuarte)es del Ejército federal en Samobor y Velika Buna, y requisó los arsenales que las tropas asediadas no lograron destruir. Las fuerzas croatas capturaron al menos 280 prisioneros en ambos cuarteles. "Ha llegado el momento en que no creemos en absoluto a las autoridades croatas. No tenemos ya con quién hablar, porque no cumplen nada de lo acordado", declaraba poco antes el jefe militar de la V Región del Ejército, el general Andrea Razeta. "Puede que nuestras vidas acaben aquí, pero la república de Croacia no logrará sus flnes", amenazó Razeta ante varios periodistas, y advirtió que "es probable que hoy [por ayer] Zagreb sea atacado".

Rehenes

A preguntas de EL PAÍS, el general manifestó que él y sus camaradas son prácticamente rehenes de las autoridades croatas en el centro de Zagreb, ya que éstas esperan que su presencia impida el bombardeo de la capital. "Pero yo no creo que seamos tal garantía" dijo. Poco desppés volvía a sonar por décima vez en 24 horas la alarma aérea en Zagreb. Esta vez los aviones no teníanobjetivos en la periferia de la ciudad, sino en pleno corazón de la misma, el palacio que es símbolo de la historia croata y desde háce un año centro neurálgico de la lucha por la independencia. Zagreb tiene más de un millón de habitantes. Razeta se declaró convencido de que las fuerzas croatas atacarán en las próximas horas los cuarteles del Ejército en el centro de Zagreb y el alto mando de la V Región, desde donde él dirige las operaciones.

Mientras Zagreb se convertía en nuevo frente bélico, otras ciudades croatas eran sometidas ayer a un implacable bombardeo. Las ciudades adriáticas de Zadar y Dubrovnik fueron atacadas de nuevo por tierra, mar y aire, mientras en el frente de Eslavonia los carros de combate del Ejército federal lanzaban un nuevo ataque contra las últimas resistencias croatas en la ciudad de Vukovar, que ya está destruida en su totalidad, y contra los bastiones de Osíjek y Vinkovci.En la región de la Banija, en la franja del frente más cercana a Zagreb, los ataques contra Karlovac y Pokupsko seguían con gran intensidad. El centro industrial de Sisak fue bombardeado, y fue alcanzada la segunda refinería de petróleo más importante del país con una capacidad de producción de 150.000 barriles diarios. También se recrudecieron los ataques en Eslavonia occidental, donde el Ejército ¡ntenta establecer, aún sin éxito, -una línea de conexión entre sus fuerzas de Eslavonia oriental, la Banija y el centro de operaciones del Ejército en la ciudad de Banja Lulca, en Bosnia occidental.

A última hora de ayer, Ramiz Alia, jefe del Estado de Albania, país fronterizo con Yugoslavia, puso en estado de alerta a su Ejército debido a que "la guerra entre serbios y croatas amenaza con- extenderse al sur y provocar conseIcuencias trágicas para los Balcanes y Europa", según un comunicado del Gobierno albanés.

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Objetivo, palacio

Las explosiones de los cohetes Katiusha, las granadas de mortero y las bombas de aviación en los suburbios de Zagreb, la capital de Croacia, eran ayer ya una monótona letanía de casi 72 horas cuando a las 15.05 tres fuertes explosiones en pleno centro disipaban las últimas dudas de los pocos incrédulos que pensaban que la guerra no llegaría a la capital de la república croata.Él palacio que en su día habitó el Ban Jelacic, virrey de Croacia, Dalmacia y Eslavonla y héroe nacional croata, había sido parcialmente destruido por dos certeros cohetes de la aviación federal. Otro cayó en los cercanos cuarteles de la Guardia Nacional.

Horas antes, dos de los principales contendientes en esta guerra, el presidente eroata, Franjo Tudjman, y el general serbio Andrija Razeta, desde sus respectivas sedes de mando, habían coincidido por una vez y en una sola cuestión: que la guerra total era inevitable si el enemigo no se doblegaba.

Decenas de metros bajó el palacio bombardeado, en los viejos refugios antiaéreos construidos durante la II Guerra Mundial, centenares de mujeres, ancianos y niños esperaban con los ojos llenos de miedo el fin de la alarma sentados en. improvisados bancos de madera. Comenzó además la terrorífica actuación de los francotiradores, tan anecdótlca en el plano militar como efectiva en el castigo psicológico de la población civil.

La milenarla capital croata se halla desde ayer, como desde hace días y semanas otras ciudades de esta república, bajo la terrible certeza de que la muerte-acecha a todos, en pleno centro de Europa y en el umbral del siglo XXI.

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