Los vecinos logran que regrese a su parroquia el cura expulsado de Getafe
El sacerdote Pedro Cid Abarca, que fue trasladado la semana pasada de la iglesia de la Alhóndiga de Getafe tras 15 años de trabajo con colectivos de marginados y drogadictos del barrio, ha sido confirmado en su puesto tras las protestas y el encierro que han llevado a cabo durante el fin de semana los vecinos de Getafe.Aunque fuentes del arzobispado han asegurado que nunca se anunció oficialmente su sustitución, Pedro Cid Abarca afirmó que recibió la comunicación verbal, de abandonar la parroquia y desalojar el piso que allí ocupaba.
Al conocer los vecinos de la Alhóndiga la marcha de Pedro Cid, éstos iniciaron una serie de movilizaciones exigiendo su permanencia. Asimismo recogieron firmas y entregaron una carta al futuro obispo de Getafe, Fernández Golfín, donde explicaban la labor que el sacerdote ha hecho con jóvenes problemáticos del barrio.
Los vecinos consideraban que esta sustitución reflejaba cómo la Iglesia conservadora impedía el desarrollo de un trabajo progresista y moderno.
Según manifestó ayer Pedro Cid a sus allegados, los apoyos y las muestras de afecto y solidaridad que ha recibido le obligan a partir de ahora a trabajar con rnás fuerza con los niños, jóvenes y adultos del barrio.
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