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Una antológia de Chillida inaugura en Gijón un centro internacional de arte

La muestra se presenta en el palacio de Revillagigedo, convertido en gran galería

Doscientas obras del escultor Eduardo Chillida, de muy heterogéneos tamaños, materiales, temáticas y etapas del artista, constituyen la exposición antológica Chillida, escala humana, inaugurada ayer, con la presencia del autor, en el rehabilitado palacio de Revillagigedo, de Gijón. La exposición, que permanecerá abierta al público durante dos meses, recoge una amplia muestra de la obra del escultor entre los años 1948 y 1991. El palacio de Revillagigedo se abrió ayer al público, al cabo de 40 años, convertido ahora en centro internacional de arte.

El escultor Eduardo Chillida declaró ayer que, de cuantas exposiciones se han hecho sobre su obra, ésta es la que mejor refleja su trayectoria y evolución artísticas. "Yo he hecho exposiciones mayores que ésta, con más obras y de dimensiones más grandes y espectaculares, pero no ha habido ninguna otra antes que siga como ésta el hilo de mi evolución artística. En este sentido, Chillida, escala humana es la mejor sin duda alguna", declaró el artista vasco en Gijón.Según Chillida, Kosme María de Barañano, comisario de la exposición, "ha hecho un texto admirable, en el que se explica de modo excelente la evolución de mi obra, relacionando aspectos, a veces pequeños detalles, y tratando de aclarar todos los porqués. La disposición admirable de las obras, en cuya colocación ha intervenido tanto Barañano como Joaquín Montero, contribuye, de una forma inteligente a dar casi sensación de urbanización".

La muestra recoge obras monumentales, concebidas para grandes espacios abiertos (entre 5 y 11 toneladas de peso) junto a otras de pequeño tamaño, en materiales diversos, en algunos casos desconocidas para el público y, en otros, procedentes de la exposición Chillida íntimo que se ofreció en Madrid, integradas todas ellas, subrayó ayer el escultor, "en un entorno a escala".

Todo viene del mismo sitio

Entre las esculturas que han sido instaladas en el patio, en los interiores y en la plaza del palacio de Revillagigedo figuran algunas como Peines del viento, Monumento a la tolerancia -que será instalada en Sevilla-, Lo profundo en el aire... o su Consejo al espacio, una obra inédita, de 11 toneladas de peso y grandes dimensiones: 3,5 metros de alto y 5 de ancho.La incorporación de algunas de sus creaciones más íntimas, ahora expuestas ante los ojos del público, no arredran al escultor vasco: "Toda la obra procede del mismo sitio, por tanto no rechazo ninguna de las que he hecho, porque todas ellas forman una unidad", manifestó.

Chillida, estrechamente vinculado a Gijón tras la instalación aquí de su Elogio del horizonte, una de sus obras más expresivas y acaso también subyugantes, manifestó sentirse gijonés por ésta y otras afinidades: "Desde que hice el Elogio me siento también de aquí. Gijón es un poco mi país. No en vano, allá arriba, en el Cerro de Santa Catalina, tengo a un hijo grande", señaló en referencia al Elogio.

Kosme María Barañano, comisario de la exposición, sostiene que ésta trata de mostrar la monumentalidad de la obra de Chillida, una monumentalidad "que no obedece tanto al tamaño de sus creaciones como a su energía interior y estructura formal. Se trata de demostrar que todo lo que hace ChIllida es monumental, independientemente de su tamaño".

La antológica es la primera de las exposiciones que alberga el palacio de Revillagigedo, un edificio, propiedad de la Caja de Ahorros de Asturias, ha transformado en un centro internacional de arte que aspira a convertirse en el gran centro de arte contemporáneo del norte de España.

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