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Gitanos y marroquíes se enfrentan por la 'propiedad' de 100 chabolas

Vicente G. Olaya

Hace 20 días, tras un ajuste de cuentas que acabó con el resultado de dos muertos, unas 25 familias gitanas abandonaron las chabolas que ocupaban en la calle del Marqués de Villabrágima, en Fuencarral. Tras su huida, en las 100 infraviviendas que habitaban se alojaron unos 200 marroquíes procedentes de Tánger y Casablanca. Ahora gitanos y magrebíes están enfrentados.

Al dejar la zona, conocida como Arroyo de los Pinos, los gitanos abandonaron gran parte de sus enseres y electrodomésticos, que fueron recogidos por los norteafricanos. En estos últimos días, la lucha por recuperar las viviendas, los bienes abandonados y por volver a cobrar los fuertes alquileres que se pagan por las chabolas están llevando al barrio a una guerra sin cuartel. Ayer, una de las chabolas fue tiroteada, sin que se hubiese víctimas.Las chabolas tienen entre cinco y 10 metros cuadrados. Sus alquileres rondan las 25.000 pesetas. Uno de sus inquilinos, jardinero en una mansión de La Moraleja, afirma: "Tenemos que pagar una fianza de 50.000 pesetas, porque la demanda es muy grande. O pagas o te vas".

Hasta hace tres semanas, los gitanos eran los únicos caseros. Su huida del barrio ha hecho que surjan nuevos capos y que el negocio haya caído en manos de un marroquí. "No pregunte su nombre, es mejor callar. Tengo cuatro hijos", asegura un norteafricano.

La lucha entre los antiguos y los nuevos dueños no ha hecho más que empezar. "Ayer vino un gitano y nos dijo que como no le pagásemos nos prendía fuego a la chabola. Y el nuevo jefe marroquí nos apremia para que le paguemos a él. Si no lo hacemos, nos va a pegar un tiro. Tengo miedo", añade otro inquilino.

Un vecino de una casa cercana asegura que "allí las peleas son continuas. La policía nos ha dicho que cuando oigamos algo raro les llamemos rápidamente".

Una de las asistentes sociales que presta su ayuda a los chabolistas cree que "las condiciones higiénicas son muy precarias. Los marroquíes no pueden comprar nada porque tienen que pagar el alquiler de la chabola y de los electrodomésticos que encontraron tirados. Espero que todo esto se solucione pronto".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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