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EDUCACIÓN

El Consejo de Ministros aprobó el decreto que elimina el valor académico de la religión

La religión será definitivamente una asignatura voluntaria para los alumnos, de oferta obligatoria para los centros, sin efectos en el expediente académico de los estudiantes y sin otra materia del currículo como alternativa para los que no la quieran cursar. Éstos, en lugar de asistir a clase de ética, como hasta ahora, deberán permanecer en el aula estudiando bajo la dirección de un profesor, según se recoge en uno de los cuatro decretos de desarrollo de la LOGSE aprobados ayer por el Consejo de Ministros.

Los decretos aprobados regulan el calendario para la reordenación gradual del sistema educativo, los contenidos curriculares mínimos de los nuevos niveles de enseñanza primaria y secundaria obligatoria y los requisitos que deben cumplir los centros para adaptarse a tal reordenación.La regulación de la enseñanza de la religión, predeterminada por los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, ha sido una de las cuestiones que mayor polémica suscitó durante la tramitación parlamentaria de la LOGSE.

Los obispos, las organizaciones confesionales católicas de la enseñanza (especialmente la FERE y la Confederación Católica de Asociaciones de Padres), así como la oposición conservadora, han recordado permanentemente que tales acuerdos disponen que la religión debe tener un tratamiento similar al de las restantes "asignaturas fundamentales".

Dichas organizaciones han vinculado siempre el concepto de "asignatura fundamental" a que los alumnos que no desearan recibir enseñanza de religión y moral católicas estuvieran obligados. a cursar otra disciplina del plan oficial de estudios. El Gobierno de UCD, que negoció los acuerdos con el Vaticano, resolvió esta cuestión incluyendo la asignatura de ética como alternativa.

El episcopado, que inicialmente ofreció algunas resistencias a esta fórmula, acabó no sólo aceptándola, sino convirtiéndose en su principal valedor. El cambio de actitud se produjo cuando la Administración socialista interpretó los acuerdos en el sentido de que la voluntariedad del alumno no se respeta plenamente si a quienes no desean estudiar religión se les penaliza con la obligación de cursar otra materia.

Pero la fórmula final no satisface tampoco a los sectores laicos de la enseñanza, como la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA). Para esta organización, el estudio dirigido por un profesor durante la hora de la clase de religión, sigue siendo una forma de castigar al alumno que renuncie a aquélla.

Por lo que a la ética respecta, los decretos de contenidos mínimos la mantienen como asignatura del programa co mún a todos los alumnos en el último año de escolaridad obligatoria y, con carácter multidisplinar (la formación en los valores de la solidaridad, el respeto al medio ambiente, el rechazo al sexismo, etcétera), en todos los cursos anteriores. Carmen Alvear y Paca Tricio, presidentas, respectivamente, de las confederaciones Concapa y CEAPA, manifestaron su descontento ante la fórmula adoptada, aunque desde puntos de vista bien dispares, informa .

Reacciones

"Nosotros vamos a intentar, después de asesorarnos convenientemente, llevarlo al Tribunal Constitucional para que se respeten todas las religiones en los centros", dijo Tricio. "No todos los niños son católicos. En cuanto a las horas de estudio asistido, pedimos que se programen en la primera hora de la mañana y en la última, para que los que así lo deseen puedan no asistir a esa hora. De lo contrario, se transforma en un castigo encubierto".

Por su parte, Carmen Alvear, presidenta de CONCAPA, expresó su rechazo en estos términos: "Está claro que no se ha atendido al contenido de los acuerdos entre la Santa Sede y el Gobierno Español, que tienen rango de obligado cumplimiento. Estudiaremos detenidamente esta decisión y veremos en qué medida estamos perjudicados. Si hubiera motivo y nuestro departamento jurídico así lo viera, apelaremos al Tribunal Constitucional".

Para Alvear, el que la asignatura no tenga valor académico "elimina su carácter fundamental". "A los que no cursen religión", añadió, "se les debe ofrecer una actividad del mismo rango. Su voluntariedad no puede ser obstáculo para su equiparación a las restantes áreas".

De acuerdo con el calendario de aplicación de la LOGSE recogido en otro de los decretos aprobados ayer, la reordenación del sistema educativo se culminará en el curso 1999-2000. En el año académico 1994-95 entrará en funcionamiento la secundaria obligatoria, una de las etapas más novedosas del nuevo sistema.

Otros dos decretos regulan los contenidos mínimos de los planes de estudios de primaria (6 a 12 años) y secundaria obligatoria (12-16) que corresponde determinar al Estado con carácter general. Las comunidades autónomas deberán fijar el resto del currículo: el 45% del total las comunidades con lengua propia distinta del castellano y el 35% las restantes.

El Ejecutivo aprobó también el real decreto sobre distrito compartido, según el cual todos los centros universitarios españoles con límites de capacidad reservarán un 5% de sus plazas para alumnos procedentes de otros distritos hasta un máximo de diez.

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