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Borrell anuncia una segunda revolución fiscal para preservar el medio ambiente

José Borrell, ministro de Obras Públicas y Transportes, anunció ayer su decisión de impulsar una segunda revolución cultural fiscal que cree impuestos ecológicos destinados a preservar el medio ambiente. En Estocolmo, los reyes de Suecia presidieron la celebración internacional del Día Mundial del Medio Ambiente en la que el naturalista Joaquín Araujo se convirtió. en el primer español en recibir el prendo Global 500 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Su director, Mostafa Tolba, pidió la cooperación internacional para luchar contra el cambio climático.

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José Borrell se mostró ayer abiertamente ecologista, al clausurar la entrega de premios del Día Mundial del Medio Ambiente. Borrell anunció la decisión del ministerio que dirige "cuyo nombre no reflejas ' cuyo contenido", de impulsar la creación de impuestos que hagan que los precios de determinados productos no renovables reflejen su coste real para el equilibrio ecológico: "Cuando yo leí mi primer libro de economía, el aire y el agua no eran bienes y no tenían precio, porque eran abundantes. Ahora el aire y el agua son bienes y tienen precio, porque se han vuelto escasos". Borrell no quiso concretar más pero consideró muy sugestiva y adecuada a la filosofía de un partido socialista la iniciativa que estudia la Comunidad Europea, por la cual se gravaría el consumo en el transporte privado para financiar el transporte público: "Cuando quemamos una tonelada de petróleo estamos quemando algo irrecuperable".La primera pata de la revolución que propone Borrell es sin embargo, la cultura, considerada como actitud autónoma, individual y libre de respeto al medio ambiente. "España", afirmó, "tiene muy escasa cultura respecto a su patrimonio colectivo". Al dejar "hablar al corazón" a Borrell no se le olvidó la cabeza y reconoció que el medio ambiente es de gran importancia política porque tiene una alta rentabilidad electoral. "Todos somos ecologistas", afirmó y añadió que los responsables políticos no pueden dejar de prestar atención a una parte de la sociedad, la preocupada por temas medioambientales, que es de las más activas y vivas del entramado social. "El mercado es miope y no ve más allá de un plazo de siete años", dijo. "El relevo lo debe tomar la acción política con la incorporación de elementos que complementen la acción basada en la rentabilidad a corto plazo". Refiriéndose a la superpoblación y la enorme diferencia de nivel de vida entre países ricos y pobres, Borrell señaló que no es posible extender al resto del mundo los niveles de consumo de las democracias occidentales, "lo que plantea un enorme problema ideológico y la necesidad de replantear los modelos de desarrollo", según el ministro. El titular del ministerio con competencias en medio ambiente señaló posteriormente que "ensuciar primero y limpiar después no es una buena solución", y que va a utilizar todos los instrumentos disponibles para dotar a las empresas de elementos anticontaminantes y, sin excluir las sanciones, cambiar este estado de cosas.

Conferencia en Brasil

Estocolmo fue la ciudad elegida para conmemorar este año el Día Mundial del Medio Ambiente por haber sido la sede en 1972 de la primera conferencia internacional. Fernando Collor de Mello, presidente de Brasil, país que albergará en 1992 a la segunda conferencia internacional, se re f irió ayer en Estocolmo a la nece sidad de compatibilizar las posi bilidades del desarrollo con la preservación del medio ambien te. Brasil es un país que se en cuentra en el centro de la aten ción internacional por el proceso de destrucción de la selva amazó nica, cuyas c ' onsecuencias afec tan a toda la humanidad. El director del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente Mostafá K. Tolba, señaló que como si el riesgo de un cambio climático no fuera suficiente, la guerra del golfo Pérsico introdujo un adicional y mayor factor de destrucción ambiental, .y constituye un claro y amargo ejemplo de la capacidad humana de destrucción de recursos indisDensables Dara la vida.Frente a esta cara negativa del problema, Tolba dijo también que se han hecho progresos en el ámbito de la cooperación internacional a efectos de reducir el envenenamiento de la atmósfera. La impresión dominante en Estocolmo fue que desde 1972, fecha de la primera conferencia, hasta ahora, los problemas ecológicos del mundo se han agravado dramáticamente. En Madrid, Nicholas Lenssen, uno de los autores del informe La situación en el mundo, editado por el prestigioso Worldwatch Institute estadounidense, recalcó que lo que se pretende es un cambio de modelo de desarrollo, algo difícil pero no imposible, que implica una verdadera revolución política. "El reto es cambiar la economía global para satisfacer las necesidades humanas sin hacer daño al equilibrio ecológico", fue su conclusión.

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