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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Abajo la natación

Va tomando cuerpo entre nuestras autoridades municipales la tradición de que lo mejor que puede hacer un bañista normal es dejar de practicar el deporte o irse a una piscina privada. Lo hicieron las administraciones de izquierdas, y ahora el centro-derecha, que se presenta como innovador, parece que piensa cumplir sus bodas de plata sin tener en cuenta al ciudadano normal sobre lo ya citado.La loable práctica de los cursillos, tendentes a mejorar o perfeccionar el estilo natatorio, se ha deslizado con un calzador muy férreo: han dividido las piscinas en seis calles, de las cuales la mayoría están reservadas a estos disciplinados tragamillas. A la hora de la verdad, el pobre bañista normal está hacinado en su pequeña calle de corcheras.

En otros municipios de España, los cursillos se hacen después del horario del gran público. Aquí se hacen antes, luego y durante, con la particularidad de que quien no quepa en el escaso recinto que le dejan para nadar, siempre tendrá la oportunidad de zambullirse en lo más oculto de su armarlo de luna-

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