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El Ministerio de Cultura cataloga el erotismo como filosofía

El ISBN incluye los libros eróticos en el mismo apartado que los de bricolaje

El Ministerio de Cultura, en su catálogo de libros ISBN de 1991, que se publicará en los próximos días, clasifica el erotismo en la materia filosofía. Erotismo aparece -en cursiva- en la tabla de materias, clasificado en el mismo apartado que metafísica y ontología, psicología, lógica, ética, estética, historia de la filosofía, ocultismo y astrología-artes adivinatorias (esas disciplinas, sin cursiva). El director general del Libro, Federico Ibáñez, afirmó ayer que el ISBN es una base de datos comercial que introduce los que envían los editores, y que la tabla de clasificación es fijada por la Unesco para que se mantengan los mismos criterios y se establezcan mecanismos comparativos entre los diferentes países.

En la página correspondiente a Erotismo (más de 2.000 títulos) se comienza con A tetazo limpio, A todos les gusta caliente, sigue con A pechugazos y culmina con Y se tiró a Drácula y Yo, el superdotado. Entre semejantes temas considerados de índole filosófica, justo tras Boca a boca, figuran Bricolage (Fascículos) y Bricolage (Obra completa).Justine, del marqués de Sade, aparece entre los libros eróticos, es decir, filosóficos, contiguo a Juegos de tetas y El katab. Prácticas sexuales secretas. En cambio, el Decamerón, de Bocaccio, no es considerado filosófico y se incluye en el apartado Otras Literaturas.

El ISBN viene a ser la biblia, es decir, el libro de los libros españoles: todos los de venta en España figuran en él, clasificados por autores, títulos o materias. Lo edita la Agencia Española del ISBN, dependiente de la Dirección General del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura; las siglas ISBN proceden de International Standard Book Number, agencia internacional con sede en Berlín.

Federico Ibáñez explicó ayer que el Ministerio de Cultura publica Bibliografía española (que edita la Biblioteca Nacional) y que elaboran bibliotecarios con el libro delante. El ISBN, en cambio, es "una base de datos que el Ministerio de Cultura heredó del antiguo Instituto Nacional del Libro Español y que se elabora según los datos que envían los editores, no bibliotecarios especializados. Los editores tienen un manual de instrucciones en que se explica qué datos deben enviar, pero son ellos quienes determinan cuál es la materia".

Ibáñez explicó también que el ministerio mantiene conversaciones "justamente para privatizar el ISBN". Según el director general, sólo en Chipre, URSS y España esta base de datos depende de organismos oficiales.

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