Anguita: "Existe una situación de corrupción como no se recuerda"
El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, cerró anoche la campaña en Madrid acusando al Gobierno socialista de haber dado lugar, desde 1986, "a una situación de corrupción como no se recuerda en España".Anguita, a lo largo de una intervención que fue seguida con entusiasmo por unas 3.000 personas en el polideportivo de Aluche, contrapuso esa situación al ejemplo de honradez que, en su opinión, ha dado Izquierda Unida en todos los ámbitos en los que ha tenido responsabilidades políticas: "Que se cite un solo caso de corrupción en el que se haya visto implicada una persona de IU". "Izquierda Unida es la única fuerza que puede avalar una credibilidad ética", afirmó.
Las críticas a la corrupción, la identificación de las políticas del PSOE y del PP, y la preocupación por la posibilidad de que "un sentido mal entendido del voto útil" pudiera restar apoyos a IU en beneficio de los socialistas constituyeron el hilo conductor tanto de la intervención de Anguita como de los restantes oradores que lo acompañaron en la tribuna: los parlamentarios Pablo Castellanos y Cristina Almeida, y los candidatos a la alcaldía y a la Comunidad de Madrid, Francisco Herrera e Isabel Vilallonga, respectivamente.
"Nuestro huracán"
Anguita, que fue presentado como "nuestro huracán" y "nuestro líder indiscutible", pidió el voto para IU "para cerrar el paso a la derecha e impedir políticas de derecha", pero pidió también el apoyo en la calle cuando IU se quede sola en el Parlamento por defender posturas rechazadas por el resto de las fuerzas políticas, como le sucedió durante el conflicto del golfo Pérsico.El coordinador de IU no rompió el tono que ha mantenido a lo largo de la campaña y eludió cualquier referencia a posibles acuerdos poselectorales.
Por el contrario, reiteró los puntos, aprobados en la última asamblea federal de la coalición, que suponen desacuerdos insalvables con los socialistas: política económica, casos de corrupción, negativa a la creación de comisiones de investigación, situaciones no esclarecidas como las relativas al GAL o al caso Paesa, política militarista y permanencia de bases militares de EEUU en territorio español.
Sí fue más explícito con respecto a posibles acuerdos poselectorales con los socialistas Francisco Herrera, candidato a la alcaldía de Madrid. Herrera, que aludió a la presencia de miembros del Opus Dei en las listas del PP, se comprometió a negociar con el PSOE, si ello es necesario, para impedir que el candidato del PP, José María Álvarez del Manzano, alcance la alcaldía de la capital.
Herrera dijo que el voto últil ahora es el que obligue al PSOE "a mirar a su izquierda" y que las mayorías absolutas "sólo han aportado prepotencia en el ejercicio del poder".
Julio Anguita, por su parte, advirtió sobre "el proyecto creciente de derechización" al que se enfrenta, según dijo, la sociedad española y la necesidad de establecer una "política regeneracionista" para abordar un nuevo modelo de Estado basado en el federalismo.
Los mayores aplausos los cosechó el líder de IU cuando se comprometió a combatir implacablemente las muestras de racismo que afloran en la sociedad española y que equiparó con manifestaciones fascistas.
