El hilo rojo
IU se presenta en los mítines como la única opción de izquierda para ayuntamientos y comunidades
No le gusta, y se le nota. Las campañas electorales no están hechas a la medida de la "gravedad cordobesa", que Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida (IU), reclama como una de las señas que le definen a él y, hasta cierto punto, a su grupo político. Y, sin embargo, cuando el día 24 finalice la campaña electoral, Anguita tendrá más de 5.000 kilórnetros a las espaldas y 15 actos públicos celebrados.
Anguita ha intentado transmitir durante sus discursos mensajes éticos, ha presentado a IU como la única alternativa de izquierda que se le presenta al elector y ha reivindicado a su formación como la heredera hoy del "espíritu del cambio" que sacudió a la opinión pública española en 1982 y que llevó al PSOE al poder. "Nosotros somos", dijo el jueves en Valencia, "los que hemos recogido el hilo rojo que otros han perdido por el camino".Anguita empezó su recorrido electoral en Córdoba, convencido de que la mera explicación de los objetivos de IU en ayuntamientos y gobiernos regionales era suficiente para mantener caldeada la campaña. "Programa, programa y programa", era su respuesta a cualquier pregunta que pretendiera ponerlo contra las cuerdas. Pero cuando comprobó que asistía como convidado de piedra al cruce dialéctico entre los dos partidos mayoritarios, optó por, en expresión propia, "romper la bipolaridad" y soltó la bomba del pacto secreto entre cinco fuerzas parlamentarias para mantener secretos aspectos de la privatización de áreas de la sanidad pública. A partir de ahí, Anguita entró en liza y los demás se fijaron en que existía. "Majadero" y "persona sin ideas" fueron algunos de los saludos con los que fue recibido.
Pero ni con esta entrada triunfal Julio Anguita ha conseido animar a la concurrencia, no muy numerosa, salvo excepciones, que se reúne cada día en diferente ciudad para escuchar un discurso que difiere poco en sus líneas fundamentales.
A Anguita no le gustan los mítines y sueña con el día en que las campañas electorales se reduzcan a debates entre candidatos con los programas por delante. Pero por ahora tiene que aguantar y disimular el gesto torcido cuando el candidato de turno centra su intervención en repetir hasta la saciedad lo que gusta pasear por la ciudad de la que pretende ser alcalde, lo molesto que son los muchos agujeros que hay en el suelo y la fealdad de las fuentes que ha instalado el equipo de Gobierno municipal.
En esta campaña Anguita riñe menos que en las anteriores, en las que echaba monumentales broncas a los que protestaban por cómo estaban las cosas y luego votaban a los socialistas, confiados en criterios de utilidad. Ahora, Anguita se limita a cortar los aplausos que le dedican sus enfervorizados partidarios cuando interpretan, mal, que ha querido hacer una broma: "No aplaudáis, que esto es muy serio".
La sombra del pacto
Pero lo que posiblemente más quebraderos de cabeza le esté dando a Julio Anguita es sortear hasta después de las elecciones la sombra del pacto con los socialistas. El PSOE, según las encuestas publicadas, va a necesitar el apoyo de la coalición para evitar administraciones conservadoras en algunos ayuntamientos importantes y comunidades autónomas. Anguita, en este tema, prefiere nadar y guardar la ropa y, sin llegar en ningún momento a pronunciarse, recuerda constamente a los socialistas la situación que llevó a la huelga del 14-D, la política atlantista y, como una verdadera obsesión, la postura del Gobierno y del PSOE durante la guerra del Golfo Pérsico.
Ayer, la presidencia Federal de Izquierda Unida reiteró, mediante circular a todos sus candidatos, el compromiso existente de no hablar de posibles pactos poselectorales en actos públicos y en comparecencias ante los medios de información, según señalaron ayer a este periódico fuentes de la formación política. La circular de IU a sus candidatos se produce después de que el secretario de Organización del PSOE, José María Benegas, pidiera públicamente a IU que clarificara su posición sobre posibles pactos y de que algunas declaraciones de candidatos de IU se pronunciaran claramente a favor de acuerdos con el partido socialista.
Anguita trata de evitar que la última fase de la campaña electoral se vea alterada por el debate interno que se va a producir en IU sobre la oportunidad o no de llegar a acuerdos con los socialistas, ya que en el seno de la coalición se mantienen posturas enfrentadas sobre el asunto.
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