_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una sinrazón

UNA VEZ más el concepto patrimonial de la Adminisista y traición -local en este caso-, el peso ordenancista burocrático y la torpeza de los administradores han vuelto a poner de relieve las diferencias entre la España anhelada y la profunda.El alcalde de Salamanca decidió hace tiempo que los bomberos de la ciudad no pueden desplazarse de la misma a cualquiera de los pueblos próximos sin su expresa autorización. A 28 kilómetros de la ciudad se incendió, el martes 12, una casa con el resultado de la muerte de un niño de cinco años. Llamadas angustiosas de sus familiares y vecinos, explicaciones, órdenes, sugerencias. Nadie se movió. El sábado 16, Gobierno Civil, Diputación Provincial, Cruz Roja e Inserso han decidido volcar su ayuda económica en los familiares en un gesto de cuando menos, doble interpretación: ayudar al necesitado y acallar posibles malas concienclas. Es lo que se llama desde hace tiempo la demagogia de los hechos.

El edil, que ha tenido la indelicadeza de declarar que volvería a hacer lo mismo en idénticas circunstancias, alega que si los bomberos salieran de la ciudad cada vez que hubiera un fuego ésta quedaría desasistida ante hipotéticos incendios. Conclusión: la vida de un niño de pueblo vale menos que la posible muerte de un capitalino.

La larga, estable y relajada caterva de funcionarios, especialistas y cargos electos han sido incapaces de ponerse de acuerdo para apagar un fuego en las inmediaciones de la ciudad. Todos tuvieron explicaciones coherentes para lo ocurrido, pero ninguno logró convencer a nadie de nada. El sentido común debe primar sobre cualquier decisión municipal, provincial o nacional. Lo contrario -que es lo que ha ocurrido en este lamentable asunto- es aceptar el hecho de que la jerarquía, cualquiera que sea, debe prevalecer sobre la supervivencia humana y, después, abrir cartillas de ahorro para los allegados. Una sinrazón.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_