Cautela iraní ante la situación en Irak

El régimen islámico de Irán, preocupado por su seguridad a largo plazo, mantiene una actitud cauta ante la revuelta contra el presidente Sadam Husein en el sur de Irak. Desde la derrota iraquí frente a la coalición multinacional, el Gobierno de Teherán ha sido más explícito en sus denuncias contra Sadam, pero no ha emitido ningún comunicado sobre la rebelión encabezada por la oposición shií.Hasta ahora la postura de las autoridades iraníes se ha limitado a expresar su apoyo al derecho del pueblo de Irak a escoger su gobierno y su rechazo a todo intento de partición del país. Los dirigentes de la república islámica han reiterado que las fuerzas militares occidentales que ocupan una amplia franja del sur de Irak deben retirarse, dejando la seguridad del Golfo en manos de las naciones de la región.

"Teherán parece encontrarse en una disyuntiva difícil. Por una parte, desea que el régimen de Sadam sea reemplazado por un gobierno popular, pero no al precio de la anarquía o la secesión", según un analista iraní.

Aunque desde los primeros años de la guerra contra Irak, Irán ha prestado su apoyo a la facción de la oposición shií a Sadam que encabeza el ayatolá Baqher al Hakim, no parece que el régimen islámico tenga interés en aparecer directamente implicado en la revuelta de Irak, lo que podría contradecir la postura iraní de que los países de la zona pueden cuidar de su seguridad sin necesidad de interferencias exteriores.