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Ojos y oídos

.Estaba a punto de empezar a comer cuando oí que una señora detrás de mí le gritaba a otra: "Piénsatelo dos veces antes de hablar de Sadam". La otra respondió en voz más alta y sugiriendo una barbaridad. Bajé la cabeza temiendo que sus cubiertos salieran volando, pero no utilizaron el arma blanca, y prefirieron sus lenguas, más fuertes y más peligrosas.Sadam no sólo se ha dejado caer en Kuwalt y entre los miembros del Consejo le Solidaridad Árabe, sino tamblén en las conversaciones de salón en Londres y en París. ( ... ) La primera dijo: justicia". La otra contestó: "Que tu casa sea destruida, es él el que ha sido injusto con 100 millones". La primera afirmó: "El mundo entero está contra él". La segunda respondió: "Él está contra el inundo". Y dijo la primera: "Le han atacado". Y contestó la segunda: "Él atacó priinero". A la primera se le acabaron todos sus conocimientos sobre la guerra del Golfo y tuvo que recurrir ,a su marido, que llegaba dando una calada a su puro e intervino: "Conspiración". ( ... )Entre todas las discusiones, observé a un invitado que mantenía silencio. Le pregunté su opinión, y me dijo que él compartía la de la propietaria de la casa. Inquirí cuál era ésta, y contestó que no sabía, pero que la defendería para volver a ser invitado. Había aprendido a no oponerse a la dueña de la casa antes de que se sirvieran los postres y el café.

, 17 de febrero

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