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Con respecto al artículo publicado el 24 de enero bajo el título El precio de una victoria, firmado por B. Atxaga, Muñoz Molina y cuatro firmas más, quisiera puntualizar lo siguiente:1. Despachar en siete líneas la postura de Sadam Husein en el conflicto del Golfo (pues, según los autores, "no merece más comentarío que la execración"), mientras se dedican 387 líneas a analizar la actitud de Bush, no merece demostrar interés por parte de tan sesudos escritores en realizar un artículo que al menos pretenda ser objetivo y en el que se intente situar en cada platillo de la balanza lodo tipo de argumentos que alaben y critiquen (no entro en ello) las acciones de las dos partes en litigio. Aquí sólo se pretence cargar las tintas sobre la postura norteamericana, mientras se corre un velo protector sobre las acciones del líder iraquí (llamarle tozudo sólo representa un leve tirón de orejas).
2. Casi todos los puntos desarrollados en el artículo en cuestion con los que se pretende denostar las acciones llevadas a cabo por Estados Unidos pueden redactarse de nuevo sustituyendo Bush y EE UU, por Sadam e Irak.
Estas posturas seudopacifistas consistentes en señalar pajas en ojos ajenos sin percatarse de vigas en los propios sólo merecen el calificativo de demagógicas y oportunistas. Seamos justos, y si nos presentamos ante la opinión pública con un análisis del conflicto, señalemos los hechos con equidad y precisión: 197 líneas para Bush y ¡197 para Husein!
Llegado el momento, el gran festín de la guerra, no sabemos aún en qué consistirá aquel gran surtido de platos a la carta que se nos ofrecía para entrar en la OTAN. ¿Qué menú aceptamos por fin?. ¿Adónde tendrán que ir a pescar nuestros barcos?¿Adónde nuestros aviones a cazar? ¿En qué desierto nuestros soldados descansarán de la refriega?-
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Leo el excelente artículo Oficio de tineblas escrito por el profesor de Ética, don Fernando Savater. De más está alabar la capacidad profesional que le distingue en las cuestiones filosóficas, de las cuales soy un simple aficionado, pero no salgo de mi asombro con la parte final de dicha exposición ya que contradice toda la lucidez que allí se vierte. Después de llevarnos por el camino correcto del pensamiento y el análisis sobre la situación de la actual guerra del Golfo nos dice lo siguiente: "No se trata de ética todavía, sino de sentar las bases eficaces de un Derecho Internacional que no sea puramente retórico o legitimador de lo ya impuesto..." y sigo asombrándome cada vez que releo el párrafo. El señor Savater y yo sabemos que nunca la ONU ha podido implantar un acatamiento real al Derecho Internacional y que tampoco lo podrá hacer en el futuro porque los restantes países (no sólo Irak) sólo entienden su Derecho Internacional y nadie podrá aplicar la misma solución actual a los EE UU, a la Rusia actual, a la callada Francia, etcétera. El Derecho Internacional sólo puede basarse en aquello que el articulista quiere ocultar: la ética, y en esta asquerosa guerra que nos invade (como en todas) muchos países tienen "algo que ocultar" y el olor que nos produce lo disfrazan con la parafraseada "justicia", libertad"y "Democracia".Sí, creo fehacientemente que se trata pura y exclusivamente de Ética porque es antiético hablar de ética cuando se quiere escudar intereses egoístas. Y si Sadam Husein merece ser -amonestado" que lo sea junto a todos aquellos que se han beneficiado tratándolo de Señor"mientras compraba armas-
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Hasta el último momento negué ante todo el mundo la posibilidad de que el conflicto estallara, basándome en la inteligencia y la capacidad de diálogo del hombre.Ahora sólo queda recordar la frase, cuyo autor desconozco, ¡paren el mundo, que quiero bajar!".-Lucía Roca.
