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El espacio en Giacometti

En este artículo, Bruno Giacometti, arquitecto de 82 años y hermano del artista suizo Alberto Giacometti (1901-1966), comenta el montaje de la amplia exposición del escultor abierta hasta el 15 de enero en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid. En la muestra, que ha sido visitada desde su inauguración por unas 92.000 personas, se han reunido 115 esculturas, 56 pinturas y 140 dibujos de todas las etapas del artista, desde sus iniciales esculturas de familiares hasta sus inclinaciones surrealista y cubista de los años veinte y treinta, junto con las series de figuras y plazas.

No soy crítico de arte ni periodista, pero como arquitecto y hermano de Alberto Giacometti la exposición del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid me parece magnífica, por lo que querría expresar mis impresiones.Viví, ya desde la infancia, de cerca, la vida del artista, con sus investigaciones, sus inquietudes, que ocupaban su tiempo ya desde que era muy joven y que, luego, ocuparán toda su vida. No creo que mi hermano Alberto haya vivido ni un solo momento sin pensar en el arte, en sus investigaciones, sin dejar de estudiar el arte de las distintas épocas. Nunca viajó mucho, pero conocía muy bien las principales obras del arte de todo el mundo.

Me ha impresionado mucho esta exposición, en la que vuelvo a ver y a vivir intensamente el modo de mirar, de operar y de pensar de mi hermano Alberto; su personalidad está presente y vive en todas las salas de la exposición.

La selección misma de las obras, su presentación, tanto los dibujos como la pintura y la escultura, acentúa de manera muy expresiva lo que el artista quería y buscaba.

Espacio ideal

Encuentro que las salas, los espacios que se han dispuesto para esta exposición, son ideales y han permitido crear una exposición muy dinámica, con nuevos acentos y contrastes de gran valor artístico y analítico.

La idea de la búsqueda incansable de un mismo tema del artista se vive de modo muy intenso en la larga sala con todos los bustos de un lado y las figuras del otro.

El problema central del espacio y de la dimensión, que preocupó siempre a mi hermano, no podría estar mejor representado que en las dos salas, una con todas las esculturas de pequeñas dimensiones y la otra con las tres grandes figuras, dos salas que se complementan y casan entre sí de manera impresionante, y lo mismo ocurre con la escultura aislada en el largo corredor orientado hacia el patio interior del museo. Para mí es uno de los momentos más plenos de la exposición.

La importancia dada al dibujo corresponde ciertamente a lo que el dibujo representa en la obra de mi hermano, y que siempre estuvo presente en toda su vida artística.

He visto casi todas las exposiciones importantes de Alberto Giacometti, y he de constatar que ésta es una de las más logradas, desde el punto de vista artístico, de las que se han realizado.

Traducción: C. A. Caranci.

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