Greenpeace critica al Gobierno por permitir las escalas de buques con cargas nucleares
Un estudio científico encargado a un grupo de expertos por la organización ecologista internacional Greenpeace sobre las consecuencias que tendría un accidente nuclear en Benidorm (Alicante) revela que esta catástrofe causaría cerca de 2.500 muertos por cáncer latente, como resultado de una exposición a la radiación de sólo tres horas. A partir de esta investigación, Greenpeace denuncia la falta de responsabilidad de la Administración, al permitir las escalas de buques con cargas nucleares en los puertos españoles, y solicita la prohibición de fondeo de todos los navíos que no declaren explícitamente la ausencia de materiales radiactivos a bordo.El estudio ha sido realizado por Alan Cantos-Figuerol, de una consultoría independiente para estudios de oceanograria y medio ambiente, y Adelaida Portela y Miguel Angel Gaertner, físicos de la Universidad Complutense de Madrid.
La investigación considera el efecto sobre la salud humana de la dispersión de una nube radiactiva provocada por dos hipotéticos accidentes en un barco de guerra. La elección de Benidorm, como posible escenario de la catástrofe, se debe a las frecuentes visitas de navíos de guerra al puerto alicantino. Según el estudio, las consecuencias más graves se darían si se produjera un incendio en una cabeza nuclear del armamento en un buque fondeado a unos 3.500 metros de la playa. El análisis considera las condiciones meteorológicas y supone que durante el incendio llegarían a la atmósfera partículas de materiales radiactivos (óxidos de plutonio).
Según fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear, ante un accidente de estas características, es la Armada la que en coordinaclón con los Gobiernos Civiles, y Protección Civil, se enfrentaría la situación. También señalaron que la Armada asume la vigilancia radiológica de los barcos propulsados por reactores nucleares que fondean en los puertos españoles. Por su parte, fuentes de Protección Civil afirmaron que no existe un plan específico ante un accidente nuclear semejante.
