Europa como meta
¡Qué extraordinario territorio del mito o de las más intensas pasiones humanas, el de esta lejana Gandía! y Los Borja, los Centelles, los March, los Martorell, los Corella... Qué gran novela jamás escrita la de aquella Gandía del XV, tan italianizada, con sus innumerables batallas y las "aventuras más desordenadas de la carne".Fue así como, a partir de estas poéticas imágenes, comenzamos la trama de este V Centenario de la novela Tirant lo Blanc de Joanot Martorell. Si cualquier pueblo que se precie no deja pasar en silencio ocasiones como ésta, tampoco nosotros debíamos olvidar aquel espléndido momento cultural.
Considerada la novela de Joanot Martorell como un hito de nuestra propia historia literaria y de la universal de todos los tiempos, pensamos que el mejor homenaje al Tirant era convertirlo en un modelo, en un emblema, de las aspiraciones culturales de nuestro pueblo. Si Joanot Martorell, en su Tirant lo blanc, fue capaz de imaginar y de escribir la Europa de su tiempo, también ahora, podemos volver a intentar una obra semejante.
Así como yo lo entiendo, este V Centenario del Tirant no conmemora ningún mito perdido. En un momento como éste, cuando Europa se prepara para compartir el futuro, cuando el mundo vive amenazado por una nueva cruzada contra los bárbaros del Sur, celebrar el año de Tirant ha de significar una ilusión renovada, un nuevo esfuerzo creativo en la construcción de un presente culto.
Aquella joven idea heredada de Joan Fuster, que nos llevaba a recuperar la memoria culta del País Valenciano con la intención de crear un nuevo ámbito de vida intelectual, aún la creemos válida. Desde Gandía, al menos, lo vemos así: mirando hacia arriba, hacia adelante, hacia el Norte, como un camino cuya meta es Europa.
es escritor.
