La Brigada de Interior pidio una investigacion interna sobre dos policías que alertaron a Duce
La Brígada de Interior pidió a la de Asuntos Internos (anticorrupción) que investigase la conducta de dos agentes de la comisaría de Chamberí que alertaron a Ángel Duce, presunto autor del asesinato del diputado de HB Josu Muguruza, de que era vigilado. Manuel Marcos, ex miembro de la Brigada de Interior, aconsejó en junio pasado al policía Javier Alonso que dejara a su compañero de radiopatrulla, Duce, porque le investigaba esa unidad. Alonso, que ya en marzo de este año advirtió a Duce de que su teléfono estaba pinchado, le. dio este nuevo aviso, que hizo peligrar la investigación.
El pasado mes de marzo, el policía Javier Alonso, destinado en el servicio de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Chamberí (Madrid) comunicó a su compañero de radiopatrulla, Ángel Duce, que "estaba siendo investigado por sus relaciones con Ricardo Sáenz de Ynestrillas", el otro presunto autor material del asesinato de Josu Muguruza. Este hecho figura en la declaración de Juan Viriato García Vidal, también destinado en la comisaría de Chamberí, y cuya vigilancia sobre Duce resultó esencial para el esclarecimiento v detención -el pasado 29 de julio- de los presuntos autores del atentado contra los parlamentarios de HB del 20 de noviembre de 1989, que supuso la muerte del diputado Josu Muguruza y graves heridas a su compañero Iñaki Esnaola. Fuentes de la ínvestigación aseguran que Alonso le indicó a Duce que su teléfono estaba intervenido.Duce, tras recibir este primer aviso, alteró su conducta. A partir de ese momento, redujo drásticamente el uso del teléfono de su domicilio particular y se volvió mucho más parco en sus conversaciones a través de ese medio. Los hombres de la Brigada de Interior, que dirige Alberto Elías, hubieron de abandonar durante unos días el seguimiento de Duce para que éste recuperara la confianza, dado que este agente descubrió, tras este segundo aviso, a dos de los policías encargados de su vigilancia. Fuentes relacionadas con esta investigación han manifestado que desconocen cómo Alonso llegó a tener conocimiento de que el teléfono de Duce estaba intervenido.Según la declaración de García Vidal, el pasado mes de junio el jefe de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Chamberí, Manuel Marcos, -ex miembro de la Brigada de Interior- aconsejó a Javier Alonso que se alejara de su -compañero de radiopatrulla Duce, porque éste "tenía amistades peligrosas con Ynestrillas o relacionado con estupefacientes y que era el culpable de que los teléfonos de la comisaría estuviesen intervenidos".- Marcos llegó a ofrecer a Alonso un cambio de compañero de servicio, hecho que rehusó por con siderar que se encontraba satisfecho de trabajar con Duce.Alonso no tardó en comunicar este segundo aviso a Duce Desde ese momento, las dificultades de la Brigada de Interior para marcar a este agente se multiplicaron. Duce dejó de utilizar el teléfono para ponerse en contacto con Ricardo Saénz de Ynestrillas, el otro presunto autor material del asesinato de Muguruza.
La clave
La importancia de las comunicaciones telefónicas en este caso estriba en que precisamente fue una llamada de Sáenz de Ynestrillas a Ángel Duce la que reveló la conexión entre ambos e hizo que la Brigada de Interior estrechase el cerco en torno al agente. En esa llamada, Sáenz de Ynestrillas solicitaba a Duce unos gramos de cocaína, según fuentes de la investigación. Por otro lado, el agente García Vidal, destinado en la comisaría de Chamberí comunicó a sus superiores la posible implicación de Duce en tráfico de drogas. La Brigada de Interior, al sospechar que la intervención de Duce iba más allá del narcotráfico, solicitó a García Vidal que vigilase constantemente al citado policía en relación con el asesinato de Muguruza. La información que suministró este funcionario sobre Duce permitió paliar el daño causado a la investigación por la doble advertencia.
El propio Alonso, según fuentes policiales, ha solicitado que se investigue su conducta para esclarecer las acusaciones. Marcos está destinado en la comisaría de Chamberí desde julio de 1989, adonde llegó procedente de la Brigada de Interior, alguno de cuyos jefes se habían mostrado disconformes con su rendimiento. Al cerrar esta edición, Marcos y Alonso no habían sido localizados por este diario.
