Subastas a la baja
Algo fuera de lo común, que sólo se hace en San Lorenzo de El Escorial. Comprar obras de arte al precio impuesto por uno mismo. Son subastas a la baja, pero cuadros en alza. Antonio Guisado, pionero de esta forma tan característica de pujar, asegura: "Han intentado imitarme pero no lo han conseguido".La galería de arte Floridablanca organiza por noveno año consecutivo y de jueves a domingo, durante este mes, unas subastas únicas en España. Consisten, no en aumentar las pujás, sino en disminuirlas y cambiarel ¿quién da más? por el ¿quién da menos?
El director de la galería, Antonio Guisado, explica que se parte del precio de valoración del cuadro y "se va bajando hasta que alguien dice ¡para mí!". Guisado asegura: "A quien realmente le gusta una obra, rápidamente alza la voz para que nadie se la quite". Si dos personas coinciden en ofrecer el mismo precio, la obra se vuelve a subastar e incrementa su valor. Quien tiene interés en un lienzo ofrece al vendedor, antes de que comíence la subasta, una cantidad que sólo conocen ambos; si se llega a la cantidad ofertada y nadie se lo ha adjudicado, la persona que ofertó al comienzo se queda con la obra.
Si no existen ofertas previas, el cuadro baja de precio hasta que el director de la galería considera que,no debe descender más y el cuadro se retira. La emoción aumenta al subastarse algún cuadro que puede llegar hasta las cero pesetas. Para estas ocasiones se eligen obras valoradas en torno a las 40.000 pesetas. Aunque antes de que llegue a ser gratuito, quien lo adquiere por unas 10.000 o 12.000 pesetas.
Para este año, se han elegido 1.200 cuadros, 220 traídos de la Escuela Cuzqueña de Perú, 120 de París y el resto de todas partes de España. Destacan los cuadros de flores de Pepa Nicolau, que parten de un precio aproximado de 200.000 pesetas para quedarse en la mitad. También Rius, Segrelles y Antonio Rojo son habituales de la galería.
Cada día se subastan unos 50 cuadros y pocos son los que se retiran. Guisado explica que con este tipo de subastas no se pierde dinero: "Yo compro cuadros a personas no famosas pero que nada tienen que envidiar a las de los grandes artistas", y revela que "los compro a bajo precio porque están deseando vender las primeras obras".
