El presidente Menem compra 20 abonos para fomentar en Argentina el interés por el Mundial
El interés personal del presidente argentino, Carlos Menem, que compró 20 abonos para asistir a la serie final del torneo junto a sus amigos y será el principal invitado al debú, mañana, de su selección nacional, incorporó el Campeonato del Mundo de baloncesto a los temas de actualidad para la opinión pública del país. Las escasas localidades disponibles en las cuatro sedes -las canchas son muy pequeñas, con capacidad para apenas 3.000 espectadores cada una- donde se disputará la primera fase aún no se han agotado y para la mayoría de los aficionados sólo se trata de un programa atractivo que ofrece la televisión.
CARLOS ARES, La selección española no aparece entre las favoritas que destaca la Prensa. La mayoría de los periodistas acreditados considera que Yugoslavia y Estados Unidos disputarán la final por el título. Al grupo de posibles candidatos se agregan Brasil, Grecia y la Unión Soviética. Tanto España como Argentina sólo parecen aspirar a superar la primera serie para disputar luego la ronda final entre los ocho equipos mejor clasificados.El entrenador español, Antonio Díaz Miguel, opina, sin embargo, que no deben tenerse demasiado en cuenta los resultados adversos que su equipo encajó en los recientes Juegos de la Amistad, en Seattle (Estados Unidos), "porque allí se lesionaron cinco de los jugadores titulares". "Perdimos el primer partido con todos ellos, pero luego faltaron tres de los cuatro pivots y, además, Herreros y Villacampa. Hicimos todo tipo de cambios para mejorar. Hasta pusimos a los pivots a jugar de aleros. Pero esos partidos eran de importancia relativa", comenta.
El yugoslavo Drazen Petrovic es el candidato a estrella de este Mundial para la mayoría de los entrenadores. No obstante, Díaz Miguel piensa que habrá otros buenos jugadores, aparte los yugoslavos: "Estados Unidos tiene a Kenny Anderson y Morning. Canadá, a Jim Fox, de la universidad de Carolina del Norte, y también van a destacar Villacampa y Herreros".
El equipo argentino, que, según su técnico, Carlos Boismené, estaba preparado para aspirar "al menos" a un quinto puesto, sufrió la baja de Héctor Pichi Campana en el último de los partidos de preparación, en el que se impuso con claridad a Grecia. Campana es la figura más conocida de la selección, su mejor jugador y el ídolo de los aficionados, que le siguen en la Liga. Los médicos le diagnosticaron un "desgarro de la vaina tendinosa en el tobillo izquierdo" y le colocaron una escayola. La recuperación, que debería demorarse una semana, será acelerada mediante una serie de tratamientos especiales.
La seguridad de Italia
El único motivo de tensión especial para los organizadores en los días previos es la seguridad de la selección de Italia. La diputada Adelina de Viola, de la derechista Unión de Centro Democrático, presentó un proyecto de declaración para que el Parlamento recomendase al poder Ejecutivo "hacer el máximo esfuerzo por contrarrestar las posiciones antiitalianas que se han desarrollado últimamente en la opinión pública argentina".Las secuelas del Campeonato Mundial de fútbol, en Italia, donde el equipo de Carlos Bilardo y Diego Armando Maradona fue silbado por la multitud, alertaron al comité ejecutivo encargado de organizar el de baloncesto. Un discreto comando especial de la Policía protege a la delegación italiana, alojada en un hotel de Rosario, unos 380 kilómetros al norte de Buenos Aires, donde jugará con Brasil, Australia y Chile. Los aficionados aplaudieron al equipo en su primer entrenamiento, pero nadie duda de que la mayoría aguarda la presentación oficial y el debú en la competición para hacer oírle los abucheos del desquite.
El propio Maradona, ídolo absoluto de corte nacional, también compró ya sus abonos para ver en directo los partidos de la serie final junto a su familia. Menem y Maradona podrán gozarlo a sus anchas, casi como si se jugara tan sólo para ellos.
