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Nuevo choque entre Bocanegra y Matanzo por la Operación Peggy

La Operación Peggy, montada en la madrugada de ayer por la Policía Municipal para limpiar la noche madrileña, fue el motivo de un nuevo choque entre el popular Ángel Matanzo, presidente del distrito Centro, y el centrista Fernando Bocanegra, concejal de Seguridad. El operativo, calificado de "montaje" por Matanzo, se desplegó por las zonas de ocio de la ciudad para impedir aparcamientos indebidos, incumplimientos de las ordenanzas municipales y para practicar controles de alcoholemia y tráfico de drogas. En total se levantaron 653 denuncias, el 86% de ellas por infracciones de tráfico.La acción, organizada por Bocanegra, fue criticada por Matanzo, que protestó por no haber sido informado en su calidad de presidente de Centro. El edil del PP protestó porque la Policía Municipal pidió la licencia a todos los locales de Rosales "menos al bar del cine de verano del templo de Debod, cuya concesión fue realizada por un edil del CDS y no tiene licencia".

Éste es el segundo enfrentamiento de ambos ediles en un mes. Matanzo amenazó con dimitir el 11 de junio por creer que la Policía Municipal no impedía la instalación del mercado artesanal de la plaza de Santa Ana.

Infracciones

La Policia Municipal alzó actas de infracción a 15 locales de ocio durante la batida nocturna

Los resultados de la batida fueron considerados "pobres" por un participante en la misma. Un miembro del Cuerpo Nacional de Policía dudó de la eficacia de la acción y señaló que no había sido montada "todo lo bien que debiera".No obstante, la noche no corrió en balde. Los agentes levantaron 44 actas de infracción a 15 locales situados en las zonas de ocio de la Castellana, Alonso Martínez y Orense. El bar Nada-Nada, en la calle de los Hermanos Álvarez Quintero, concentró seis, una de ellas por tener una puerta de emergencia que daba a un armario. El mismo número acumuló el pub Pato Loco, en la calle de Campoamor, y el club El Capote, en Santa Teresa. La mayoría de las infracciones se relacionaban con la no presentación de licencias y, en el caso de las terrazas de verano, por ocupar más espacio del permitido.

Las multas de tráfico también llovieron en la calurosa noche: 534 pusieron los agentes, 271 de ellas por estacionamiento indebido, 110 a motoristas por no llevar casco, 109 por no presentar documentación personal ni del vehículo, y el resto, por problemas de otra índole. Mientras, 30 conductores tuvieron que ver como la grúa retiraba su coche mal aparcado.

Uno de los resultados más sorprendentes fue el de los controles de alcoholemia. De los 108 conductores que soplaron el alcoholímetro, nueve dieron positivo, ocho de ellos junto a la discoteca Pachá, donde fue montado uno de los tres controles fijos. Incluso hubo dos conductores que llevaban en sus venas 2,8 gramos de alcohol por litro de sangre; la cantidad máxima permitida es 0,8.

El diseño de la Operación Peggy, que anoche volvió a la carga, incluía la identificación de aquellos vehículos sospechosos de haber sido robados y el control de la venta de pequeñas cantidades de droga. Fueron cacheadas 35 personas.

En el despliegue participaron 80 vehículos patrulla, 35 grúas (19 especiales más las habituales de la noche) y un centenar de agentes.

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