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El Plan Collor muestra síntomas de perder el control de la economía brasileña

El radical plan de estabilización económica del nuevo presidente brasileño, Fernando Collor, empieza a sufrir los mismos síntomas de otras recetas mágicas latinoamericanas para combatir la inflación y el déficit público. Después de impresionantes éxitos iniciales, las autoridades comienzan a perder el control de la situación.Antes del plan, lanzado el 16 de marzo último, los precios subían en Brasil a un promedio diario del 6%. Fernando Collor adoptó una serie de medidas calificadas de "brutales" -como la confiscación del 80% de todos los ahorros en Brasil, es decir, cerca de 110.000 millones de dólares-, y la inflación mensual bajó a un promedio del 8%. El resultado fue un éxito importante. El Gobierno podría haberio conmemorado con satisfacción, si no fuera porque poco después las tasas de inflación han empezado, una vez más, a dispararse.

Por primera vez en muchas décadas, un Gobierno escogió una ortodoxia política monetaria, como forma de control de las presiones inflacionarias. La confiscación de los ahorros, que se encuentran congelados bajo la guardia del Banco Central, no fue otra cosa que la disminución de la liquidez en Brasil.

El impacto psicológico -por primera vez en 63 años el Gobierno ha "secuestrado" activos financieros en las manos del público- recibió el apoyo de otra medida popular entre gobernantes latinoamericanos: una cc:ngelación de los precios.

Para la total perplejidad del joven equipo de economistas que asesoran el Plan Collor, la cantidad de dinero en poder de los agentes económicos en Brasil y los precios subieron enormemente. El Banco Central, gestionado por un ciudadano de origen turco, Ibrahim Eris, que todavía habla mal el portugués, no ha sido capaz de controlar lo que los brasileños llaman "aprieto" de la liquidez. En cuanto a los consumidores brasileños, superado el choque inicial, volvieron a comprar y los precios a subir.

Precios y sueldos

Otra medida importante adoptada por Collor ha sido la desindexación de precios y sueldos. En los últimos 25 años los brasileños ya se habían acostumbrado a vivir con una inflación que llegó al 84% el mes de marzo. Un complicado sistema de índices oliciales permitía que todo subiera acompañando las tasas de inflación detectadas por cuatro instituciones distintas.El Gobierno introdujo el principio de la libre negociaciórt entre empresarios y empleados, para luego sufrir un choque psicológico importante con los acuerdos para reposición de pérdidas sufridas con la inflación anterior.

La joven ministra de Economía, Zelia Cardoso de Mello, demostró, a los 37 años de edad, una extraordinaria capacidad personal, en un cargo ocupado tradicionalmente por hombres. Ella es temida y respetada por empresarios, líderes laborales y políticos, que ya la llaman dama de hierro. Pero los críticos le Imputan una serie importante de errores y decisiones falsas.

La principal parece haber sido el hecho de que Zelia, como llaman los brasileños a la ministra, ha declarado que la inflación era cero cuando el Gobierno siquiera empezaba a afrentar las primeras dificultades.

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