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Miles de liberianos se manifiestan en Monrovia a favor de la paz

Decenas de miles de liberianos, bajo un aguacero torrencial y la amenazadora presencia del Ejército, cruzaron ayer de un extremo a otro de la capital, Monrovia, al grito de "Queremos paz". Los nervios están a flor de piel pues, a pesar del silencio oficial, toda la población está al tanto, desde el lunes por la noche, del fracaso de las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla del FrentePatriótico Nacional (FPN), que desde hace un mes tiene sitiada la ciudad.

Tras esta marcha, convocada por los dirigentes religiosos, los líderes sindicales y políticos opositores han convocado de nuevo hoy a la población para que desafíe las recomendaciones oficiales y participe en una manifestación a favor de la dimisión del presidente, Samuel Doe.Las tormentas que desde hace tres días no dejan brillar el sol sobre Monrovia no impidieron que el lunes las noticias corrieran como la pólvora por toda la ciudad: los representantes del FPN no han accedido ni siquiera asentarse en la mesa de negociaciones para la segunda ronda de conversaciones con el Gobierno, que estaba prevista para el lunes en Freetown, la capital de Sierra Leona.

Thomas Woiweyou, portavoz del FPN, la guerrilla dirigida por Charles Taylor, anunció desde Costa de Marfil a la emisora estatal británica BBC su decisión de no "gastar más tiempo y dinero" en unas conversaciones inútiles. "Vamos a terminar con este asunto de una vez por todas", dijo al anunciar el asalto final a la capital y la constitución de un Gobierno de transición que tomaría las riendas del país tras la destitución de Doe.

Según dijo Woiweyou, este Gobierno se llamará Asamblea Patriótica Nacional para la Reconstrucción. Añadió que el FPN decidió no volver a Sierra Leona ante la determinación de Doe de no cumplir con la condición exigida por los rebeldes para continuar el diálogo hacia una solución pacífica del conflicto, es decir, su salida de la mansión presidencial.

Fuentes diplomáticas occidentales en Monrovia declararon que "no todo está perdido", pues existen diversas gestiones y acciones puestas en marcha por terceros" para evitar un baño de sangre. Además, la propia guerrilla ha admitido la posibilidad de desplazarse rápidamente a Freetown en caso de que se produzca un cambio de actitud de Doe.

La población liberiana vive ahora un clima de cuenta atrás. Todos esperan la llegada de los rebeldes de un momento a otro. A pesar del temor a la invasión, decenas de miles de personas rspondieron ayer al llamamiento del Consejo de las Iglesias para efectuar una marcha pacífica en favor de una solución negociada.

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La gigantesca figura del imam de la mezquita de Bensim -la más importante de Monrovia- abría la marcha, vestido de blanco, bajo una pancarta que decía "Dios es nuestro señor". Junto a él, dirigentes de las iglesias luterana, metodista, pentecostés. Detrás, una multitud que no permitía dejar ver el final de la carretera, agitando ramos de palrnera y enormes y brillantes hojas de banano.

Eran mujeres, niños y hombres vestidos con sus mejores ropas, contoneando las caderas al ritmo de las palmas y entonando cantos religiosos en la más sentida tradición de los antiguos esclavos americanos.

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