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España, eliminada al estilo brasileño

Alex Martínez Roig

España se va del Mundial, después de jugar su mejor partido, al estilo brasileño. Si el fútbol no se midiese por los goles, sería una injusticia. Pero a los españoles les faltó el instinto asesino en el área. Y eso les costó hacer las maletas y perder una oportunidad única de ir lejos en un Mundial que se les había abierto como una autopista por la eliminación de Brasil. España pudo haber derrotado a Yugoslavia en la primera parte. La tuvo contra las cuerdas en la segunda e incluso igutialó un gol en contra, marcado a 12 minutos del final, de ésos que tumban a un equipo. Pero fue demasiado inocente en el área. Y los balcánicos, viejos zorros en esto del fútbol, aprovecharon muy bien sus oportunidades. La definitiva, a los dos minutos de comenzar la prórroga, con un golazo de falta de Stojkovic. España, quemadas las fuerzas, sólo pudo protagonizar una larga agonía de 30 minutos en los que sólo una vez (un cabezazo alto de Rafa Paz) remató a puerta.España sufrió una eliminación al estilo que marca el Mundial, según el cual pierde el que domina. De hecho, el mismo relato del partido entre Brasil y Argentina habría servido ayer si Julio Salinas no hubiera acertado a seis minutos del final con uno de esos goles de oportunismo tan propios de él, aunque sólo sirviera para aplazar la eliminación de España hasta la prórroga. En un partido marcado por el ritmo premeditadamente lento de los yugoslavos, España se sintió cómoda, sin presión, y dispuso de muchísimas oportunidades para no tener que llegar tan lejos. El tremendo calor de Verona (junto a Palermo, tiene estos días las temperaturas más altas de Italia) fue el causante del juego al paso de los dos equipos, ya asustados antes de comenzar del esfuerzo físico que debía realizar.

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Pero la España de ayer era superior en los últimos metros, los importantes. Salina! tuvo la primera oportunidad (m. 4) y le siguieron Butragueño (m. 9), que no acertó a rematar un rechace de lvkovic a tiro de Martín Vázquez, Roberto (m. 22) y Martín Vázquez (m. 44), aunque las mejores ocasiones llegaron en la segunda mitad: Martín Vázquez envió fuera el balón después de driblar a tres rivales en el área (m. 5 1), Górriz remató un córner que Ivkovic salvó en la línea (m. 55) y Butragueño cabeceó al poste un centro de Villarroya (m. 63). La lista se parece mucho a la de Brasil ante Argentina. Y la desgracia es la misma: la vuelta a casa por no saber concretar en goles el dominio.

El único peligro de Yugoslavia venía, ya desde el primer minuto, de las carreras por la banda derecha de Stoikovic, el último fichaje multimillonario del Marsella. Stojkovic y Villarroya, su marcador, eran los únicos que corrían. El resto de los yugoslavos prefería Jugar al paso, apostando por un desenlace en los últimos minutos con las reservas físicas. Acertaron porque España perdonó demasiado. Stojkovic se convirtió en ese detalle al que todos se referían antes de comenzar el partido. Un detalle que, desgraciadamente para España, estuvo en el equipo equivocado. Sus dos goles fueron ejecuciones de alta escuela. Dos billetes de retorno en primera clase para una generación de futbolistas que han perdido otra oportunidad de pasar a la historia.

Yugoslavia, de hecho, le tendió una trampa a España. Dejó que todo el desgaste lo hiciera ella. Martín Vázquez y Michel se hartaron de subir balones en varias ocasiones desperdiciadas por un Butragueño cuya cesta de los milagros lleva mucho tiempo vacía y al que se le han acabado ya las prórrogas de confianza. Todos los centrocampistas españoles aprovechaban cualquier agujero para tirar a puerta, conocida la debilidad del guardameta lvkovic, pero sólo acertaron dos veces: en una, un tiro de Martín Vázquez generó un rechace de Ivkovic, pero Butragueño lanzó fuera con toda la portería vacía. En la otra, Ivkovie paró con la cara un remate de Salinas.

Los españoles se sentían superiores en el campo, confirmando sus previsiones de la víspera Y ése fue el problema. La salida del veloz Savicevic (otra trampa de los yugoslavos, que decían que estaba lesionado) descolocó a la defensa. Llegados los 15 minutos finales, los balcánicos aceleraron el ritmo y encontraron a un rival cansado y perplejo.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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