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Un patrimonio natural incompleto

El director del Icona afirma que España necesita al menos cinco nuevos parques nacionales

España mantiene aún varios ecosistemas ibéricos sin la protección que exigen las normas internacionales y ha sido el único país europeo que ha reducido de nueve a ocho sus parques nacionales. Un conflicto de competencias entre la Generalitat de Cataluña y la Administración central hizo que el de Aigüestortes, en el Pirineo catalán, dejara de serlo en 1989. Santiago Marraco, director general del Icona, considera que España necesita al menos cinco nuevos parques nacionales. La futura adquisición de esta categoría del archipiélago de Cabrera, en Baleares, paliará en algo esta situación.

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Protecciones diferentes

Santiago Marraco explica que los parques nacionales que faltan todavía por crear en España se refieren a los ecosistemas ligados al bosque mediterráneo, a las formaciones esteparias y a los bosques de riberas fluviales. Así como un parque específico de los glaciares pirenaicos y otro más que sea representativo de las excepcionales montañas centrales ibéricas". Diversos grupos conservacionistas añaden a esta lista la ampliación de dos parques nacionales ya existentes: el de Covadonga, en los Picos de Europa, y el de Ordesa-Monte Perdido, enclavado en el Pirineo central.El problema, según Marraco, estriba en dónde ubicar los nuevos parques nacionales. Las normas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), recomendadas por Naciones Unidas, indican que la gestión de los parques nacionales debe depender "de la Administración de máximo nivel dentro de cada Estado".

Las zonas que compiten hoy por convertirse en los nuevos parques nacionales españoles son muy concretas, según los expertos del Icona. El parque nacional vinculado a los bosques mediterráneos deberá asentarse bien en la zona axial de Sierra Morena (en los límites de Ciudad Real y Jaén-Córdoba, abarcando la totalidad de sierra Madrona), bien donde los actuales parques naturales de Cabañeros (en Castilla-La Mancha) o de Monfragüe (sobre el Tajo extremeño).

Parque fluvial

El futuro parque de las zonas esteparias se concibe alternativamente para las zonas en torno a Belchite (en Aragón) o para los sectores subdesérticos situados al norte de la provincia de Almería, en la zona de Topares.En cuanto al futuro parque nacional fluvial, la decisión más firme apunta hacia el Guadiana medio, en su sector de Ciudad Real, donde no existen embalses hasta la fecha y subsisten algunos bosques de ribera que pueden considerarse excepcionales, si bien, Monfragüe también podría cumplir la misma función, "y en este caso se solucionarían de un solo plumazo parque fluvial y parque vinculado al bosque mediterráneo", en opinión de Marraco.

Por otra parte, en la cordillera pirenaica, en los glaciares de Posets-Maladeta, en torno al pico de Aneto, el establecimiento de una nueva estación de esquí amenaza su futura conversión en zona protegida. Y Gredos, recientemente declarado parque regional por las autoridades castellano-leonesas, merecería, según los técnicos del Icona, la declaración más estricta de un parque nacional.

En España no se ha creado ningún parque nacional desde el fin del proceso autonómico. En este sentido, "la reciente decisión del Parlamento balear de solicitar la inclusión de Cabrera dentro de la red estatal de parques nacionales marca un cambio de actitud muy importante y demuestra una real voluntad por la conservación del patrimonio natural", dice Marraco.

Recientemente, el Congreso de los Diputados aceptó por unanimidad discutir dicha propuesta. El archipiélago de Cabrera, la última porción insular intacta del Mediterráneo occidental, previsiblemente constituirá el primer parque nacional marítimo-terrestre español "antes de finalizar el presente año", asegura el director general de Icona.

Según otras fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, "la clave del futuro parque va a residir en cómo se redacte el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) para el archipiélago, especialmente en los aspectos que definan la coordinación del Icona con el Ministerio de Defensa y del Icona con el Gobierno balear". Todos los grupos conservacionistas participan de esta prevención.

El Ejército en Cabrera

La pretensión de Defensa de proseguir con los ejercicios de adiestramiento (aunque limitados a no más de 200 hombres, 2 vehículos y prohibición de fuego real) no auguran precisamente una gestión sencilla para el nuevo parque."La postura del Gobierno", según Marraco, "se basa en preservar la titularidad de estos terrenos insulares para el Estado". Cabrera fue propiedad de la familia mallorquina Feliu hasta 1915, cuando se expropió en plena I Guerra Mundial "por su interés para la defensa nacional". "Si los militares se fuesen, la propiedad podría revertir a sus antiguos propietarios, con lo que la gestión del parque se complicaría", explica Marraco. La situación militar del archipiélago puso a salvo su territorio de la especulación urbanística que desde los años sesenta ha asolado gran parte de las costas baleares.

Hoy el principal problema para la conservación de Cabrera son las masivas visitas de embarcaciones de recreo. Según las previsiones del Icona, el centro de interpretación del parque se situará en la inmediata costa de Mallorca. Desde este punto se podrá efectuar la visita guiada por las islas y el acceso de yates a la rada de Cabrera será regulado drásticamente.

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