La decisión
del MOPU de convertir la autovía del Maresme en una autopista de peaje, confirmada anteayer por el ministro Javier Sáenz Cosculluela ante el pleno del Senado, ha sorprendido a la plana mayor de los socialistas catalanes -quienes reiteraron su oposición al peaje- y a la propia Delegación del Gobierno en Cataluña, que ayer se resistían a aceptar como definitiva la postura del MOPU.
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