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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Respiro en la cumbre

LOS PREACUERDOS que firmaron el sábado en Moscú el secretario de Estado Baker y el ministro de Exteriores soviético, Shevardnadze, son verdaderamente históricos. Permiten concebir un futuro en el que el riesgo de enfrentamiento militar sea mucho menor y despejan el camino para la celebración de la cumbre de los dos líderes mundiales, los presidentes Bush y Gorbachov, dentro de unos días en Washington. Para George Bush, la resolución de los temas previos era importante porque dificilmente le podrá ser criticado a partir de ahora su apoyo al colega soviético por los sectores más reaccionarios de su propio partido.Mijaíl Gorbachov se jugaba incluso más en el envite, y de ahí que se le haya visto participar frecuentemente en las negociaciones de la pasada semana. La progresiva reducción de los niveles de enfrentamiento estratégico no sólo es útil al líder soviético como éxito que esgrimir frente al Kremlin y a su propio Ejército, sino, sobre todo, porque le permite adquirir frente a EE UU una respetabilidad civil que le es esencial para mantenerse en el poder y para dar de comer a su ciudadanía. Detrás de los acuerdos START (negociaciones para la reducción de las armas estratégicas) que deberían firmarse antes de fin de año está el de comercio entre ambos países, por el que Estados Unidos concedería a la URSS la cláusula de nación más favorecida. El futuro y el pan son también la razón de que Moscú haya suavizado considerablemente su postura frente al problema planteado por la declaración unilateral de independencia lituana: Gorbachov recibió a la primera minístra Prunskiene, dando así comienzo a una negociación más o menos formal sobre la cuestión.

Los temas estratégicos desbloqueados en Moscú y ahora listos para la firma de Bush y Gorbachov son de tres tipos: por una parte, reducción al 30% de los arsenales más mortíferos -los nucleares de largo alcance-, primera e histórica ocasión en que las dos superpotencias llegan a este tipo de acuerdo. En segundo lugar, limitación de los arsenales de misiles disparados desde el mar (SLCM) a 880, y de los disparados desde el aire (ALCM), a los que vayan a bordo de 150 aviones como máximo y que tengan un radio de acción superior a los 600 kilómetros. Finalmente, impulso al comienzo de las START II, negociaciones en las que, como auguran los expertos, deberían "buscarse reducciones más profundas", es decir, de hasta el 50% del armamento estratégico de largo alcance.

Queda para la historia la forma en que se han desarrollado . estos cuatro intensos días de negociación en Moscú. Discusiones, regateos más propios de un zoco, desplantes y buen y mal humor habrán tenido a los negociadores sentados al borde de sus sillas. Pero también han servido para desbrozar el camino de un acuerdo histórico que lleva a la.humanidad un poco más cerca de la cordura.

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