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La visita de los 'siete magníficos'

La última generación de narradores estadounidenses desembarca durante dos meses en Barcelona

Siete magníficos de las letras de Estados Unidos desembarcarán a partir del próximo miércoles en Barcelona para participar en un ciclo de narrativa norteamericana contemporánea, que se prolongará durante los dos próximos meses en el Instituto de Estudios Norteamericanos (IEN). El primero en llegar será Richard Ford, y la última, Alison Lurie. Entre ambos viajarán a España Tama Janowitz, Paul Auster, Amy Tan, Jay McInerney y Robert Coover. Todos ellos han visto traducidas al menos una de sus obras al castellano, con diferente éxito.

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Richard Ford (Jackson, Misisipi, 1944) llega hoy a Barcelona. Él es el primero de la lista en el ciclo del Instituto Norteamericano. Es, también, la última revelación de su país. Por el momento, sólo uno de sus libros -Rock Springs (Anagrama)- ha sido traducido al castellano, pero hay otros en proceso de traducción."Esta no es una historia feliz. Lo advierto". Así empieza una de las narraciones de Rock Springs. Y se trata, en efecto, de una buena advertencia. Richard Ford muestra en el libro unos personajes que viven lejos de la Norteamérica esplendorosa. A menudo a través de la visión de un niño, Ford muestra "la otra cara de Norteamérica", una Norteamérica alejada de euforias y modas; neoyorquinas.

Los dos primeros libros de Ford -A piece of my heart (1976) y The ultimate good luck ( 19 8 1 )- fueron bien acogidos por la crítica, pero no le garantizaron el despegue. Fue la tercera novela -The sportswriter (1986)- la que significó el espaldarazo definitivo. A Ford le colgaron una etiqueta ilustre -"heredero de Hemingway"- y Raymond Carver lo calificó como "el mejor escritor en activo de este país". Que no es poco.

Ford no es escritor que guste de frecuentar círculos literarios. Prefiere perderse por los paisajes agrestes del centro del país. Su primera novela está ambientada en la frontera entre Arkansas y Misisipí. The ultimate good luck, una historia violenta de norteamericanos complicados en tráfico de drogas, se centra en Oaxaca (México). Su último libro -Rock Springs- tiene por paisaje el frío e inhóspito Estado de Montana.

Auster, escritor de culto

Paul Auster (Nueva Jersey, 1947) aterrizará en Barcelona el 9 de mayo. Es, sin duda, un valor en alza, un novelista objeto de culto en un círculo cada vez más amplio. Quizá lo más atípico de la biografía de Auster es su afrancesamiento. Vivió en Francia durante tres años.En España se le ha traducido ampliamente. La Trilogía de Nueva York -compuesta por Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada- fue editada por Júcar hace un año. La trilogía es una joya. Tomando como punto de partida el género policiaco, Auster juega con el género, lo domina y lo lleva a su campo. La búsqueda de una persona puede transformarse en sus manos en la búsqueda metafísica de uno mismo.

Si en la trilogía Auster utilizó como punto de partida el género policiaco, en El país de las últimas cosas (Edhasa), el escritor parte de la ciencia ficción para realizar un viaje al corazón de la miseria, para extrapolar el mundo de los sin casa a un futuro en el que dominan los escombros y la brutalidad. En El palacio de la luna (Anagrama), por último, la referencia son las novelas de aventuras a lo Julio Verne, centradas en un personaje de nombre premonitorio: Marco Stanley Fogg.

En todos sus libros, Auster hace gala de un talento extraordinario. Su única novela no traducida por el momento en España es La invención de la soledad, de corte autobiográfico, que Edhasa publicará próximamente. Auster, que reside en Nueva York y da clases de creación literaria en la universidad de Princeton, se considera a sí mismo posmoderno, "quizá porque en mis libros hay una cierta reflexión sobre la escritura", dice.

Otro escritor del ciclo, Robert Coover (lowa, 1932), hablará en el IEN el 6 de junio. Conoce bien España. Está casado con una catalana y ha pasado varios años en Barcelona. Ha vivido también en Londres, Kent y Rhode Island. Es un escritor difícil, experimental, a años luz de la fluidez de un Mclnerney, pero no por ello poco interesante. En 1965 publicó su primera novela, The origin of the brunists, que obtuvo el premio William Faulkner. Siguieron los relatos de El hurgón mágico (1969), publicados hace años por Seix Barral y que Anagrama reeditará próximamente. En 1985 escribió La fiesta de Gerald y en 1987, A night at the movies, que Empúries tradujo al catalán.

Coover es uno de los más dotados representantes de la llamada metaficción de la narrativa posmoderna. Tiene toques de nouveau roman y una preocupación decidida por la investigación del lenguaje. El argumento, en su caso, pasa a un segundo plano.

Alison Lurie (Chicago, 1926) cerrará el cielo del IEN el 19 de junio. Su novela Asuntos exteriores ( 1984), traducida al castellano por Tusquets, fue galardonada con el Premio Pulitzer de 1985, lo que supuso su definitivo lanzamiento internacional.

Las novelas de Alison Lurie funcionan con una estructura perfecta, unos personajes que son un hallazgo y con unos toques de humor que no hacen olvidar el tema de fondo: el de la dificultad de las relaciones humanas. Lurie tiene la virtud añadida de crear mundos diferentes en cada novela.

Además de Asuntos exteriores, Tusquets ha publicado hasta ahora en España Amor y amistad y Amigos imaginarios, ambas de 1967, y La Verdad sobre Lorin Jones, galardonada con el Premio Fémina de Francia a la mejor no vela extranjera de 1989.

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