Nuevo Estado
EL 21 de marzo ha nacido un nuevo Estado, Namibia, que se convertirá muy pronto en el miembro número 51 de la Organización para la Unidad Africana (OUA). En los actos de proclamación de su independencia han coincidido, por primera vez en la historia, dirigentes de Suráfrica, y en particular su presidente, De Klerk, y algunas de las figuras históricas representativas de la resistencia contra la dominación surafricana sobre otros pueblos, contra el apartheid y la segregación racial, como Nelson Mandela y Sam Nujoma. Mandela ha salido recientemente de la cárcel. Nujoma, después de 30 años de emigración al frente del movimiento independentista Organización Popular del África del Suroeste (SWAPO), es el presidente de Namibia.África austral ha entrado en una nueva era en la que se apagan las guerras y la violencia y se abre paso la reconciliación y la paz. Namibia tiene ante sí un futuro lleno de enormes dificultades, y la cooperación con Suráfrica será decisiva para resolverlas. Pero acaba de dar el paso decisivo: se ha convertido en un país libre y ha escogido democráticamente a sus gobernantes.
A la vez, la celebración de la independencia de Namibia ha convertido su capital, Windhoek -con la presencia de los ministros de Exteriores de los principales países del mundo-, en el centro de la vida política internacional. En el acceso de Namibia a la independencia han desempeñado un papel decisivo la acción de la ONU y las gestiones mediadoras de EE UU y la URSS. Ahora se trata, y Baker y Shevardnadze trabajan en ese sentido, de extender las soluciones de paz a Angola, facilitando el cese de la guerra civil.
Las fiestas y los encuentros diplomáticos de Windhoek simbolizan las nuevas posibilidades que se abren, en un mundo que ha superado la guerra fría, para la solución de conflictos que han causado sufrimientos indescriptibles a numerosos pueblos durante un tiempo que parecía interminable.
