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El último paseíllo

No ha aguantado cinco años. Los Toreros Muertos se fundó en 1986 y con su primer trabajo, Treinta años de éxitos, consiguió el Disco de Oro, con ventas superiores a los 50.000 ejemplares. Canciones como Yo no me llamo Javier y Mi agüita amarilla causaron sorpresa inicial. Después, problemas personales, enfrentamiento con algún medio de comunicación y separación definitiva. Su música incorporaba influencias del pop, rock, ska, twist, cha cha cha y cualquier otra que fuese útil a un planteamiento musical desinhibido y ecléctico.Frases como "destruimos el tópico haciendo el supertópico" y "queremos romper el pop, llevarlo al abismo" enmarcaron la primera época de Los Toreros Muertos. El grupo formado por Pablo Carbonell, Mani Moure y Guillermo Piccolini se ha caracterizado por un peculiar y corrosivo sentido del humor en el pop -quizá impulsado por los comienzos de Pablo Carbonell en el mundo del espectáculo junto a Pedro Reyes-, que no ha podido desarrollar hasta sus últimas consecuencias. Víctima de su propio desconcierto, el grupo ha trasladado la lucidez de su breve carrera hasta su decisión final: el último paseíllo en uno de los locales donde comenzó, con la posibilidad de un disco en directo como despedida.

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Pablo Carbonell: "La separación es un chantaje emocional"
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