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Polémica en Italia sobre la supuesta falsedad de un De Chirico

Juan Arias

La pintura de De Chirico, Juguetes, de 55 por 46 centímetros, de 1915, será sin duda la más observada desde que el domingo se abrió al público la exposición Presencias en el Palazzo Grassi de Venecia, tras la polémica que ha estallado entre dos grandes críticos sobre la autenticidad de la obra del pintor metafísico.La polémica comenzó el viernes con la presentación de la exposición a puerta cerrada para la Prensa italiana e internacional Al llegar al cuadro de De Chirico, que desde el principio había sido una de las más admiradas, el historiador de arte Maurizio Calvesi, parándose ante ella, exclamó: "Pero si este cuadro es falso". Y su juicio corrió como una bomba por toda Venecia, tapizada ya de pancartas que anunciaban la nueva cita artística anual con Palazzo Grassi.

Enseguida el director artístico de Palazzo Grassi, Pontus Hulten, se movilizó para calmar las aguas, afirmando con toda su autoridad que el cuadro es auténtico. Los organizadores de la exposición también se pusieron enseguida en contacto con el mayor experto de De Chirico, Maurizio Fagiolo del Arco, autor de un catálogo comentado del famoso pintor, que señaló que "la afirmación de Calvesi es un capricho suyo. La obra es auténtica. No deja lugar a dudas. Se trata de un asunto político. Además, Calvesi no es un experto de De Chirico".

Una guerra entre historiadores del arte que probablemente hará subir la cotización del cuadro y dará aún mayor publicidad a una exposición que ya se anunciaba muy interesante.

El defensor de la falsedad de Juguetes ha afirmado que él ya había escrito hace un año en Arte Dossier que dicho cuadro no era de De Chirico, y que lo había hecho reproducir en color para que se viese mejor su falsedad.

Lo curioso es que Calvesi forma parte del comité científico de la exposición del Palazzo Grassi. Por ello ha anunciado su dimisión. Por su parte, Fagiolo, que, al contrario, siempre ha defendiido la autenticidad de Juguetes, afirma que se prueba que el cuadro no es falso "por su calidad pictórica, por el estilo y el modo como ha sido creado y porque existe una carta del autor que lo demuestra". Y hay más: según Fagiolo, en una fotografía hecha en París en 1929, en la que aparece De Chirico en casa del famoso sastre parisiense Dousset, a su lado figura el cuadro en discusión. Sin embargo, dicha fotografia es la prueba en que se basa Calvesi para demostrar su falsedad, ya que, según el historiador, por la foto se ve que no coinciden las medidas del cuadro.

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