Una mujer perdona ante el juez al presunto violador de su hija de cuatro años

Angela Asensio, madre de una niña de cuatro años de edad violada el pasado 31 de diciembre, perdonó ayer ante el juez al supuesto agresor de la pequeña. Manuel Romero Dalmau, juzgado en la Audiencia de Barcelona. Con esta declaración, la madre cambió un testimonio anterior en el que acusaba de violación al procesado, de 20 años de edad, que es novio de su hija mayor, Angela.

Mientras el fiscal calificó los hechos de "aterradores" y pidió una pena de 18 años de prisión, el defensor atribuyó todo el proceso a una 'Tabulación de la niña", aunque admitió que pudo existir un delito de abusos deshonestos. El procesado acudió al domicilio de su novia en la tarde del 31 de diciembre en Teià, una población situada a unos 20 kilómetros de Barcelona. En el piso estaba su novia, Ángela, y la hermana menor de ésta, Sonia. Ángela se ausentó de la casa alrededor de 20 minutos para ir a comprar y el acusado cerró el pestillo de la puerta, según el relato del fiscal, Carlos Prieto.Éste sostuvo en la vista que Romero le quitó el pantalón a la niña y, tras estirarla en el sofá, la penetró vaginalmente. La pequeña sufrió un desgarro de 0,5 centímentros en la parte posterior de la horquilla vulvar y un importante hematoma, según el parte médico realizado en un hospital. Cuando Ángela regresó al domicilio encontró a Sonia llorando y diciendo: "Manolo me ha hecho daño". El procesado, en cambio, negó los hechos y afirmó que tal vez las lesiones se ocasionaron porque "sin querer le di un golpe con una muñeca en los genitales".

Pese a que la madre denunció lo ocurrido en comisaría, tanto ella como su hija mayor intentaron ayer quitar importancia a los hechos. Ambas manifestaron que la niña era muy traviesa y que las lesiones se las pudo producir con un mueble. Madre e hija afirmaron que seguían manteniendo su "amistad" con el acusado, al que, según testificaron ante el tribunal, habían perdonado. El hecho de hablar de perdón fue interpretado por el fiscal como un reconocimiento del delito.