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El 'impuesto religioso'

Dos tercios de los contribuyentes españoles han rechazado la posibilidad que les permite dar a la Iglesia católica una parte de lo que dan al césar. El Gobierno socialista estableció que la alternativa de destinar una pequeña proporción de sus impuestos fiscales para fines religiosos se incluyera en la declaración de la renta para que los católicos asumieran la responsabilidad de pagar los gastos de la Iglesia y que pudiera independizarse del subsidio estatal."Está muy claro. La mayoría de los españoles rechaza cualquier cosa que ligue al Estado con la Iglesia. Quieren que la religión permanezca donde está ahora, en la esfera de lo privado", afirma José Juan Toharia, sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid.

En estos 10 años de vida de la Constitución democrática que estableció la separación de la Iglesia y el Estado, una nueva legislación ha barrido las leyes que prohibían el divorcio, el aborto, la venta de anticonceptivos y los delitos de escándalo público. Pero, como una última reliquia de los tiempos de Franco, quien calificó a España de "reserva espiritual de Occidente", el Estado continúa concediendo un subsidio a la Iglesia. Durante el último año, una cuarta parte del presupuesto total de la Iglesia, que asciende a 60.000 millones de pesetas, procedía de las arcas del Tesoro, y en gran parte se destina a los salarios de los 21.200 sacerdotes de las diócesis.

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