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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Seguridad y disuasión nuclear

Para Miguel Herrero de Miñón (EL PAÍS de 16 de marzo de 1989), la contribución española a la seguridad común pasa, en primer término, por la "aportación a una, dimasión nuclear creíble", disuasión a la que se debe, dice, el "mantenimiento de la paz... durante medio siglo"; justifica además su posición pro nuclear afirmando que "el arma atómica no puede ser ya desinventada". Ambos argumentos son objetables.En cuanto al primero (las armas nucleares como garantía de la paz), si bien es cierto que desde 1945 no ha habido guerras en Europa, sí ha habido en el planeta más de un centenar de conflictos locales enormemente mortíferos. ¿Es lógico pensar que si los respectivos contendientes hubieran tenido armas atómicas esos conflictos no hubieran estallado? En sentido opuesto, la ausencia de guerra en el Viejo Continente es probable que se deba más bien a un cúmulo de factores históricos, políticos y económicos.

Lo cierto es que, como se indicaba en un informe del secretario general de la ONU (Nuclear weapons. Report of the secretary-general, F. Pinter, Londres, 1981), el supuesto buen funcionamiento de la disuasión nuclear no deja de ser "un altruismo..., que será cierto sólo hasta que la historia lo refute". En palabras de un estudioso de temas estratégicos, el británico Ken Booth, "un día la disuasión nuclear puede no disuadir; después de todo, en el pasado han fallado otros tipos de disuasiones y lo imprevisible... ha sido bastante habitual en las relaciones internacionales". Lo grave del caso es que, dadas las características de estas armas, un fallo de la disuasión podría

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significar el fin de la especie. El segundo argumento tampo-, co es convincente. ¿Acaso no se han inventado también las armas químicas y biológicas y desde hace decenios se hacen esfuerzos (hoy renovados) por prohibirlas? Invención, producción y posesión no son sinónimos. En un mundo sin armas nucleares, aunque no sea posible olvidarse de cómo producirlas, sería mucho más difícil volver a hacerlo para su uso bélico si se arbitran mecanismos internacionales de control.- Javier Díaz Malledo.

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