Invitación a la vida

El turista accidental, cuyo guión, basado en la novela homónima de Anne Tyler, ha sido designado candidato al Oscar, presenta a uno de los más peculiares protagonistas que en los últimos tiempos han visitado nuestras pantallas. Macon Leary (William Hurt) es un ser introvertido y egoísta, de exasperante meticulosidad y obsesiva inclinación a planificar todos sus actos, que se dedica a escribir guías de viajes. En ellas, este sedentario recalcitrante, condenado a viajar, facilita consejos a los turistas accidentales, a fin de paliar el alejamiento forzoso de sus hábitos hogareños.El drama familiar que sufre el escritor, desencadena desde su inicio, el desarrollo de la historia, que conjuga con equilibrio los elementos propios del drama y la comedia, envueltos en una ternura no exenta de ironía.

Lawrence Kasdan, cineasta que alcanzó fama como guionista de Lucas y Spielberg antes de dirigir sus propios guiones (Fuego en el cuerpo), y que después aunó a dichas funciones las de productor (Reencuentro, Silverado y ahora El turista accidental), logra dotar a esta película de una atmósfera original y efectiva, cuyo resultado es un filme fascinante, donde cada gesto tiene un significado coherente y nada es gratuito.

Parte fundamental en el éxito artístico de El turista accidental, considerada como la mejor película del año por los críticos neoyorquinos, y candidata al Oscar, son su fotografía y banda sonora, debidas a John Bailey y John Williams, respectivamente, apartados que también aspiran a los premios de la Academia de Hollywood.

Esta película, que no por ser entretenida carece de riqueza de lecturas posee algunas secuencias que, subconscientemente, nos recuerdan a Pero ¿quién mató a Harry? y Vértigo, títulos con los que en sentido estricto no guarda parentesco; aunque sí sucede, como en el cine de Hitchcock, que el azar y las circunstancias desbordan las previsiones del protagonista. Por contra, la intriga que contiene su desarrollo emotivo se irá desvelando, al mismo tiempo, para el espectador y el protagonista del filme. Fiel a su sugerida atmósfera de irrealidad el elemento perturbador en la vida del escritor viene dado por una adiestradora de animales, papel que encarna Geena Davis, y que le ha valido para ser designada candidata como actriz secundaria al Oscar.

Sin embargo, el punto final del desenlace de El turista accidental significa la victoria del pragmatismo y asume una invitación a la vida, aceptando los hechos que en ella se producen. Nada hay de casual en esta excelente película, cuyo gran mérito es la supeditación y armonía de la forma al contenido y la fascinación que produce su visión.