Por un puñado de dólares
La expropiación y venta de terrenos a la iniciativa particular está posibilitando la obtención por parte del Ayuntamiento de miles de millones de ingresos extras. El portavoz del Grupo Municipal Izquierda Unida afirma que "los ingresos a recibir por la venta de suelo superarán de largo los compromisos de gasto adquiridos vía presupuestos municipales". Advierte también sobre la posibilidad de que los dos billones de pesetas del mercado de los seguros de prima única se desplacen al mercado inmobiliario.
El Pleno del Ayuntamiento de Madrid del próximo día 31 procederá a la adjudicación de varias parcelas, de suelo lucrativo sacadas a concurso en tres operaciones urbanísticas: bolsas de deterioro urbano Méndez Álvaro-Delicias y Rancho del Cordobés y operación urbana Gran Vía de: Hortaleza. En total, 73.636 metros cuadrados para vivienda libre, 36.685 metros cuadrados de terciario y 38.424 metros cuadrados de suelo industrial. Las mejores ofertas recibidas por las empresas que han acudido a estos concursos suman un volumen total de 7.114 millones en canon a pagar al Ayuntamiento.
El canon es el dinero en efectivo que recibe la corporación, prescindiendo de otras cantidades a entregar por las empresas adjudicatarias, que van directamente destinadas a financiar la expropiación, la urbanización o el realojo de la zona en cuestión.
Además de los tres concursos citados, están ya convocados otros siete: operaciones urbanas de Campo de las Naciones, Estación Sur de Autobuses y Puente de Vallecas, y bolsas de deterioro urbano de Mercedes Arteaga-Jacinto Verdaguer, Sor Ángela ole la Cruz, glorieta Elíptica y barrio del Carmen.
En dos de ellas, Campo de las Naciones y Estación Sur de Autobuses, el precio de partida puesto por el Ayuntamiento asciende a 20.1571 millones de pesetas en dinero efectivo para las arcas municipales. Sobre las otras, de momento no las consideramos.
Los 7.114. millones de canon municipal a percibir por los tres -concursos citados inicialmente, más los 20.671 millones a que acabamos de referirnos, más 6.000 millones que procedentes del superávit presupuestario de 1987 han sido dedicados por la corporación a la gestión del presupuesto de Gerencia, dan un total de 33.785 millones.
Los compromisos de ingresos adquiridos en los presupuestos municipales de 1988 y 1989 son 27.391 millones (12.391 millones en 1988 y 15.000 millones en 1989). Es decir, hay ya un balance de 6.394 millones de pesetas más de los que son necesarios para dar cumplimiento a las determinaciones presupuestarias.
Un viaje a ninguna parte
El Ayuntamiento se ha embarcado en una operación sin destino conocido. Los ingresos a recibir por la venta de suelo superarán de largo los compromisos de gasto adquiridos vía presupuestos municipales.
¿Adónde va a ir a parar el dinero que ingrese la Hacienda municipal? A satisfacer nuevas necesidades, se nos dice. Pero lo lógico sería establecer simultáneamente ese programa de necesidades urbanas insatisfechas, priorizar adecuadamente los objetivos y gestionar un presupuesto equilibrado.
Además de la chapuza técnica, en términos de ortodoxia presupuestaria, el problema de fondo es la espectacular operación de venta de patrimonio municipal de suelo en que se encuentra embarcada la corporación madrileña. La justificación inicial consistió en decir lo siguiente: hay que sacar suelo al mercado para contener el incremento de los precios de suelo y vivienda. En defensa de esta tesis, el equipo de gobierno del PSOE ha coincidido con Alianza Popular y con los intereses del sector inmobiliario.
Pero todo apunta justamente en la dirección opuesta. En los concursos convocados hasta la fecha se van perfilando no más de 10 agentes empresariales inmobiliarios con capacidad para poner encima de la mesa ofertas ganadoras. Pese a que la oposición municipal real (Izquierda Unida más Centro Democrático y Social) ha conseguido introducir una especie de cláusula antimonopolista que favorece en cada concurso una adjudicación fraccionada por parcelas, en último término va a ser prácticamente imposible evitar, desde los débiles instrumentos de la institución municipal, una concentración de la la propiedad de suelo en Madrid en favor de los agentes empresariales que ya ocupan los primeros lugares del ranking.
Más aún. Existe una coincidencia amplia en señalar como causa del brutal encarecimiento del precio de la vivienda las siguientes: a) el crecimiento de la demanda, en base a una evidente recuperación económica, que la oferta no ha podido satisfacer; b) el boom de la inversión extranjera en el terciario localizado en el área central de la capital; c) la colocación en activos inmobiliarios del dinero negro expulsado por Hacienda de sus refugios habituales.
Hoy, desde diversas perspectivas, se viene anunciando la posibilidad de que los dos billones de pesetas hasta ahora cautivos en el mercado de los seguros de prima única van a desplazarse en buena parte al mercado inmobiliario.
Mercado invadido
El mercado de suelo y vivienda está hoy completamente invadido por agentes financieros externos al sector inmobiliario, entendido éste como industria de la construcción en sentido amplio y clásico.
La entrada en ese escenario distorsionado de dos millones de metros cuadrados para terciario y suelo para la promoción de 8.000 viviendas de promoción libre es el partenaire necesario para que el ciclo especulativo funcione a 10.000 revoluciones por minuto.
Y todo ello por un puñado de dólares. El Ayuntamiento de Madrid desarrolla una gestión urbanística instalada en la heterodoxia presupuestaria y acomete lo que en la actualidad es la mayor operación europea de venta de patrimonio público de suelo, sin otra explicación posible que la captación de recursos económicos cuyo destino final es hoy por hoy una incógnita, y en un escenario económico-inmobiliario básicamente controlado por agentes financieros especulativos.
es portavoz del Grupo Municipal Izquierda Unida.
