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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Uruguay

El miércoles día 21 de diciembre, El PAÍS publicó un editorial en el que pone de relieve el valor del pueblo uruguayo. Este último ha conseguido, tras una ardua y perseverante lucha, que se convoque a un referéndum para decidir acerca de la vigencia de la llamada ley de punto final.Por el contrario, no resulta comprensible el supuesto contraste que, según la nota en cuestión, existe entre esta situación y la argentina. Sólo una falta total de conocimiento del tema puede conducir a un planteamiento de esta naturaleza. Tal desconocimiento se hace manifiesto al utilizar erróneamente el término ley de punto final (Argentina) para referirse en una ocasión a la reforma del Código de Justicia Militar (que permitió juzgar por primera vez a los militares ante tribunales civiles), y en otra a la llamada ley de obediencia debida. A su vez, la falta de objetividad se demuestra al afirmar que el presidente Alfonsín fue moderando

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progresivamente sus promesas electorales, cuando la realidad expresa que fueron cumplidas con casi absoluta fidelidad en el tema que nos ocupa. Los máximos responsables del terrorismo de Estado están hoy en prisión.

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Esto no era siquiera imaginable antes del advenimiento del actual Gobierno democrático, que hasta el día de hoy ha sabido mantener la férrea voluntad de conservar la memoria para no cometer los errores del pasado. De existir un contraste, entonces, estaría dado por el hecho de que en Argentina, hoy, quienes usurparon el poder político para cometer toda clase de delitos ocupan las cárceles de un Estado de derecho.-

El domingo 15, a las 12.35, vi parte de un programa titulado La otra mirada, emitido por el canal TVE-1. No es la primera vez que la televisión española da una imagen de Uruguay, como de otros países latinoamericanos, muy amarga, en cuanto la objetividad informativa se limita a señalar las dolorosas carencias de mi país, pero no le concede interés a los esfuerzos que por superarlas ha realizado nuestra sociedad: su Gobierno democrático y su pueblo.

Con qué envidia se aprecia la eficacia técnica y la capacidad económica que sostiene este esfuerzo informativo cuando se comprueba que nosotros, los uruguayos que apuntamos al pacífico renacimiento nacional, no los poseemos, porque carecemos de recursos para poder brindar la otra imagen, la de un país dispuesto a lograr una mejor visión a nuestra vida, en la que estamos empeñados los demócratas y los independientes.

Es claro: si en mí estuviera la posibilidad de una réplica, no mostraría con una especie de arrogante crueldad enfermiza las chabolas miserables, la desesperación ni el porcentualmente creciente deterioro popular, la corrupción oligárquica de otros paises.

No lo haría porque jamás quisiera cultivar un orgullo desdeñoso entre pueblos que deberían ser más comprensivos de las díficultades y desdichas que pueden ser comunes, como lo fueron en épocas no tan distantes y olvidables- Luis Hierro Gambardella embajador de Uruguay en España. Madrid.

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