Plan de Empleo Juvenil
Creía que mi capacidad de asombro en cuanto a las medidas que este Gobierno venía tomando respecto al empleo juvenil estaba saturada. Sin embargo, acabo de enterarme de la última (y más grave) chapuza: el Plan de Empleo Juvenil.Se nos dice que es la única forma que existe actualmente para que los que buscamos nuestro primer empleo nos familiaricemos con el mundo de la empresa. Para ello, las empresas que quieran sumarse al proyecto se comprometen a pagar a cada joven contratado un máximo de 40.000 pesetas al mes. Con esta miseria consiguen un trabajador barato, que trabaje ocho horas diarias, que al cabo de un año pueda ser despedido sin ningún problema. Claro que es posible que la empresa le haga fijo al cabo de este-año, pero ¿quién puede creer esto teniendo en cuenta los beneficios fiscales, ayudas económicas, etcétera, que conseguiría la empresa con-
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tratando a un nuevo joven? Desde mi punto de vista, este plan no es más que un parche que intenta solucionar a corto plazo un problema al que parece no le encuentran remedio lógico.
La patronal, por el contrario, no ha tardado mucho en felicitar al Gobierno y darle unas palmaditas cariñosas. Sin comentario.
Antiguamente se hacían expediciones a África en busca de negros; hoy bastará con darse una vuelta por las oficinas de empleo-
