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Denzil Romero

O los amores licenciosos del Libertador

A este halagador de vanidades femeninas le gusta dar una imagen entre convencional y libertina; en cierto sentido, lo que él piensa que esperan los demás de un autor de ficciones amorosas. Denzil Romero ha recibido el Premio Sonrisa Vertical de narrativa erótica por su obra La esposa del doctor Thorne, en la que narra los amores de Simón Bolívar. Recientemente estuvo en España para asistir a la feria Liber de Barcelona y recibir de manos de su amigo Carlos Barral el galardón que en su momento no pudo recoger.

Este hombre de mediana estatura y 50 años bien conservados dice no preocuparle la belleza personal, ya que asegura sentirse bien con su cuerpo y con su aspecto. Casado desde hace 30 años con una mujer bellísima, tiene cuatro hijos, tres de ellos varones. Romero relata parte de su vida como si ésta fuera una de sus historias fantásticas. "Abogado de éxito", según dice de sí mismo, y profesor de filosofía en el Instituto Pedagógico de Caracas, este venezolano que nació en un pequeño pueblo conquistado por catalanes (Aragua de Barcelona), había sido escritor de novelas históricas muy serias hasta que, según explica, a los 40 años se decidió a publicar lo que desde su adolescencia había escrito.Romero tomó esta decisión por los consejos que dice le proporcionó su "psicoterapeuta". "A partir de ese momento", afirma, "he sido un hombre de éxito en todos los campos", y por redundancia, el éxito le ha llegado aquí en España con su primera novela erótica, La esposa del doctor Thorne, en la que relata su propia ficción sobre los amores licenciosos del Libertador con Manuelita Sáenz, la famosa amante de Simón Bolívar. Una obra que ha sido prohibida en Bolivia y por la que este país le ha declarado persona non grata.

A Romero le gusta jugar con el interlocutor y aparecer como picarón y extravertido. Se explaya en explicar su iniciación sexual cuando tenía 13 años y las vicisitudes por las que pasó hasta descubrir después de más de 30 años el origen escocés de su nombre. Cuenta que cuando tenía pocos años su madre le explicó que había tomado el nombre de Denzil de un libro de la escritora Caroline Bernice. Romero, sin embargo, no encontró referencias sobre su nombre. Al llegar al bachillerato, su profesor de química orgánica casi deshace el entuerto, convencido como estuvo de que Denzil era un hidrocarburo no saturado, el C 10 H 20 (fórmula química del benzil).

Después se fue a Nueva York a un restaurante de la Quinta Avenida para conocer a Jacques Denisey, el famoso boxeador que fuera campeón mundial de todos los pesos, por la similitud fonética con su apellido. Lograron, según dice, hacerse buenos amigos. Pero no sería hasta unos años más tarde cuando Denzil descubriera en una revista de variedades, y mientras esperaba en la consulta del dentista, un cuento de Eleonor Gleen, escritora británica de entreguerras, donde aparecía un noble escocés con su nombre.

Para él, el libro más erótico de todos los tiempos es la Biblia, y el que más le ha impresionado, Cleo, de Laurence Durrell, que forma parte de la tetralogía El cuarteto de Alejandría, una de las obras eróticas de moda. No cree que la literatura erótica sea machista, y con cierto desprecio asegura que peor que el machismo es el hembrismo. Su única hija, una abogada de 20 años que se ha hecho cargo de su bufete, le suele decir: "Papá, ¿cómo escribes esas inmundicias?".

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